Temporada

Prohibida la música. Un camping de Entre Ríos se hizo viral en las redes por su decisión de elegir el silencio

En San José (departamento Colón) hay un camping en el que desde hace dos décadas la música no es bienvenida. Se trata de “Los Médanos”, ubicado a 5 kilómetros al norte de la ciudad de Colón, entre Termas San José y Pueblo Liebig.

Comenzó en 1999, cuando la región aún no tenía el esplendor turístico actual. Sus dueños tuvieron la visión de buscar un contrapunto con algunos lugares no tan distantes y ya posicionados en el rubro.

“Mis padres vieron que en la zona de Gualeguaychú y alrededores los campings eran para un público más adolescente, y decidieron hacer algo orientado a la familia”, cuenta a El Entre Ríos Bruno Stoa.

Al principio la música se permitía a un volumen limitado, pero no funcionó: “Lo que era bajo para uno no lo era para el otro y había problemas. Por eso hace unos 20 años comenzó la prohibición total”.

“La gente, lejos de enojarse, nos trajo más huéspedes que disfrutan de esta característica”, señala.

La iniciativa tiene antecedentes en reservas del sur del país y en algunos lugares de la provincia de Córdoba, según nos cuenta el protagonista. Pero lo inusual de un camping de estas características en la región y la activa participación de Bruno en Tik Tok, Instagram y Facebook hizo que un video se vuelva viral, despertando el interés de muchos usuarios e incluso de un medio nacional que lo tuvo en pantalla hace algunos días.

“Nos suele pasar que muchos vienen acelerados, hablando en un tono alto y luego cuando se relajan van bajando el volumen, entonces cuando llega alguien nuevo parece que está gritando”, rescata entre las experiencias de habitar un lugar donde predomina el silencio y -a la par- los sonidos de la naturaleza.

“Los Médanos” tiene 250 metros de costa sobre el río Uruguay donde se puede pescar y bañarse, ya que durante la temporada cuenta con servicio de guardavidas. Tiene agua caliente en las duchas, proveeduría y un refugio grande para tormentas.

Algunas llegan para disfrutar el día y otras buscan alojamiento. Hay entre 35 y 40 parcelas “bastante separadas una de otra, porque priorizamos que tengan su espacio y privacidad”. Tienen mesa con bancos, parrilla y tomacorriente. También hay algunos dormis.

Reciben familias, parejas y personas solas que buscan dejar atrás el ruido para por fin descansar. La música queda afuera; así lo hacen saber la cartelería y las redes sociales. Y hasta ahora les ha dado resultado.


Fuente: El Entre Ríos