Georges Vanderchmitt pasó una semana en la región que tuvo a uno de sus antepasados como una importante figura de la historia: Narciso Goiburu, influyente sacerdote, involucrado además con el deporte y la educación.
Su sobrino nieto concluyó su segunda estadía en Colón, en la que fue sumando recuerdos y cálidas anécdotas que su familia del Viejo Continente sigue a través de un grupo de WhatsApp creado con ese fin.
“Soy del país vasco francés, del mismo pueblo que el Padre Goiburu. Él nació en 1883 y yo soy nieto de su hermana menor, que nació en 1886. La casa natal está en la propiedad de nuestra familia”, cuenta a El Entre Ríos.
A su tío abuelo lo vio “solo una vez” en la segunda y última visita que este hiciera a Francia, luego de su llegada a Argentina: “Había vuelto en 1938 y luego en 1955, cuando yo tenía 6 años. Lo recuerdo como un hombre lindo, muy ocupado por los jóvenes”.
La primera visita de Georges a Colón fue en 1988, “15 días después del fallecimiento de mi abuela, a la edad de 102 años. Siempre nos hablaba de su hermano mayor”.
En esta oportunidad, vino especialmente motivado a participar de la conmemoración del centenario de la Liga Departamental de Fútbol de la que Goiburu fue el primer presidente, dato del que se enteraron hace muy poco.
“Hace un año -gracias a internet- descubrimos que este sacerdote, hombre de educación, también conocía mucho del mundo del deporte. Teníamos de él la imagen de un hombre de fe y sabíamos que había creado una escuela para jovencitas allá por 1920, pero no supimos de nada relacionado al deporte. Así que vimos que era el centenario de la Liga, nos pusimos en contacto con el presidente y hace dos meses decidimos venir”.
Junto a su esposa Nicole y su nieto Lucca Rallo, estuvieron en algunos de los lugares donde Goiburu dejó su impronta: la Escuela Técnica Nº 2 que lleva su nombre, los festejos de la Liga de Fútbol, las capillas de Colonia San Anselmo y Pueblo Liebig, la Parroquia Nuestra Señora del Carmen y la Escuela Privada N° 112 San José. También visitaron Concordia -donde el sacerdote pasó los primeros años tras desembarcar en la zona- y el Museo Histórico Regional de la Colonia San José.
A la vez, Vanderchmitt trajo consigo documentación para seguir aportando datos sobre la vida de su pariente.
“Con mi hermano mayor intentamos reunir documentos sobre el Padre, ya que a los historiadores de acá les faltaba algo sobre sus primeros años en Francia y su formación educativa”, dio a conocer.
En sus manos tiene la libreta familiar en la que su tío abuelo figura con el nombre de Noël Prudencio Insaustí. También “postales enviadas desde el funeral del Padre, en las que una de sus hermanas le escribió a mi abuela todo lo que pasó”.
“Nos emociona la cultura y la memoria que tienen ustedes. Son muchos los hombres que hicieron cosas por el bien común y cuántos han sido olvidados. Pero aquí, al contrario; se ve incluso que la memoria se desarrolla”, dice con agrado.
“Nos interesa si aún se pueden encontrar huellas y testimonios sobre la vida del Padre Goiburu, de parte de personas que lo hayan conocido o sus descendientes”, agrega. Al pedido se suman desde la Parroquia Nuestra Señora del Carmen y dejan un teléfono para todo aquel que pueda aportar datos: 3447 45-7397 (Rubén Delorenzi).
Georges finaliza la entrevista con la promesa de “volver con otros miembros de la familia” a la ciudad de Colón.
Sacerdocio, deporte y educación
Narciso Goiburu nació el 26 de diciembre de 1883 en Ustaritz, Francia.El 16 de julio de 1911 (día de la Virgen del Carmen) se consagró sacerdote. Dos años después, antes del inicio de la primera Guerra Mundial, emigró a la Argentina.
En el Obispado de Paraná fue nombrado teniente cura (vicario) en una parroquia de Concordia, donde entre las funciones que ejerció fue capellán del Hospital de la Caridad (hoy Felipe Heras).
El 21 de junio de 1921, varios aficionados a la pelota vasca dieron el primer paso para la fundación del Club Vasco- Argentino en Concordia; uno de ellos fue Narciso Goiburu.
El 30 de septiembre de ese año llegó a Colón a partir de que enfermara el Padre Camilo Vázquez, convirtiéndose oficialmente en párroco de Santos Justo y Pastor en enero de 1922.
Allí realizaría importantes obras, entre ellas la construcción de la casa parroquial, donde el 25 de mayo de 1924 un grupo de vecinos formaría la Liga Departamental de Fútbol que unía deportivamente a Colón, San José, Villa Elisa y Fábrica Colón, siendo el Padre Goiburu -junto a Carlos De Carli (h)- su primer presidente.
En 1927 -con ayuda de Herminio Quirós- fundó la Escuela Taller del Hogar (hoy EET N° 2 “Canónigo Narciso Goiburu”), primera escuela de labores para mujeres.
Convencido de la necesidad de dar techo y protección a las niñas huérfanas de Colón, en 1933 tomó contacto con la congregación de las Hermanas Misioneras de San Francisco Javier. Su fundadora, la Madre Isabel Fernández, se interesó en echar raíces es estas tierras y el 30 de abril se establecieron en una casita ubicada en la esquina de Sarmiento y Chacabuco. Juntos iniciarían una gran obra misionera, educativa y catequística.
El 2 de julio de 1936, Monseñor Guilland lo autorizó a bendecir la piedra fundamental de la futura Capilla Nuestra Señora del Carmen (hoy parroquia) y el 16 del mismo mes bendijo la imagen de la virgen destinada a la nueva capilla, en el marco del 25° aniversario de la ordenación sacerdotal del Padre Goiburu.
Como educador, fue parte del grupo de docentes que fundó el Instituto de Enseñanza Secundaria dependiente del Colegio Nacional Justo José de Urquiza de Concepción del Uruguay, en 1944.
Falleció en Paraná el 27 de noviembre de 1956. Por decisión del pueblo de Colón, tres años después sus restos serían trasladados y sepultados en Capilla Nuestra Señora del Carmen, donde descansan desde entonces.
Fuente: El Entre Ríos