Colón

Recuerdos de un egresado, en el 80° aniversario de la Escuela Normal: compañeros, docentes y las anécdotas que marcaron su paso por la secundaria

De casa a la escuela, en bici o a caballo. Los compañeros, los profesores y el “0” en Literatura. Los desfiles por la 12 de Abril y la conformación del Club Colegial. La revista “Inspiración” y aquel concurso de preguntas y respuestas que jamás olvidará.

La historia tiene un sabor especial cuando se relata desde la memoria de uno de sus protagonistas. No es el eje la rigurosidad de los datos, sino el sentir en primera persona. Algunos recuerdos borrosos y otros imborrables. Muchas anécdotas que quedarán en el camino y otras tantas que serán rescatadas a punto del olvido.

En este caso la protagonista es la Escuela Normal de la ciudad de Colón (en sus inicios Colegio Nacional), que este viernes 25 de octubre cumple 80 años.

“Si habrá cambiado Colón, desde aquel entonces hasta hoy”, dice Alcides Loker –de memoria prodigiosa- egresado de la institución en 1961. Comparte con El Entre Ríos algunas de sus vivencias como estudiante.

Al colegio con traje y corbata
Comenzó su secundaria en 1957. “Ese año se produjo el choque del vapor Ciudad de Buenos Aires. Entre los sobreviviente se encontraba nuestra profesora Dora Girard, quien con lujo de detalle nos contaba lo horrible de aquel momento”.

“En la colonia me levantaba temprano, le ayudaba a mi padre en el tambo y luego iba desde mi casa del ejido (al lado campo de aviación), 7 kilómetros en bicicleta o a caballo si llovía o había mucho barro”.

Al llegar a la casa de su abuela Berta, en Urquiza 740, dejaba la bicicleta o el caballo y se cambiaba de ropa. De allí iría hasta el edificio ubicado entre las calles 12 de Abril, Alem y Urquiza, con entrada por la arteria principal.

“Me ponía el traje o pantalón y saco, siempre con corbata. Recuerdo que los tíos me prestaban corbatas, así que cambiaba seguido. Iba al colegio caminando. Llevaba las carpetas y algunos libros para repasar en los recreos. Cuando me daba el tiempo me gustaba pasar por la parroquia para agradecer a Dios por haberme acompañado en el viaje y para que me vaya bien en el colegio”.
Compañeros y profesores
Había dos divisiones: en una cursaban Inglés y en otra Francés. En los dos últimos años cambiaban y “los de Inglés podían elegir entre Francés e Italiano”. También allí se dividían en Magisterio y Bachiller.

“En 4° año, Literatura directo a marzo. La profesora era la señora de Palma. En la primera clase teníamos que estudiar qué era la literatura. Estudiamos lo del libro y dijo que era muy poco, que teníamos que haber investigado más y nos puso un cero a todos los que nos tomó. Entonces no estudiamos más en todo el año. Para el examen de marzo a Carlos Pereyra y a mí nos preparó Conrado Peré y salimos bien”.

Entre sus compañeros de secundaria aparecen los nombres de Bernardo Combet, Julio Gallegos, Ricardo Cergneux, Gary Pereyra, Carlos Pereyra, Ricardo Monzón, Enrique Iribarren (Chiqui), Nélida Proserpi, Amelia Capara (Toti), Irastorza, Cabrera, Blanca Michelet, Nilda Durand, Nélida Meichtry, Nélida Fernández, María del Carmen Dellacasa, Norma Roullier, Mirta Rougier, Juan Giorgi, Ítalo Pagani, Diego Etchevarne, Varon Houggan, Ricardo López, Jorge Oberti, Winston Massera, Luis Morelli, Estela Ocampo, Ana De Carli, Néstor Data y Ricardo Persson.

“En una oportunidad, un grupo de alumnos –no recuerdo por qué- hicieron un paro y no nos dejaron entrar. Volvimos hasta la casa de Chiqui, el padre sacó el auto y lo llevo a la puerta del colegio”, menciona como anécdota.

Los profesores que vienen a su memoria son Celia Vernaz, Mercado, Esteba Berga, Celia Celiar, Enrique Rasmussen, Rosita Gaillard, Guariglia, Palma, Lucy Ascua, Beatriz Mieres, Edgardo Elgard, Ricardo Maxit, Buzenar, Julio Méndez, Analía Delaloye, Eponina Vallarino, Krostein, Dr, Horne , Aroma Díaz, Angélica López de Paccot.

“En primer año fue preceptor el joven Raúl González, quien en las vacaciones perdió la vida en aguas del río Uruguay; nos dejó un recuerdo imborrable de buena persona, muy educado y buen compañero. Otros preceptores que recuerdo son Chona Saldiano, la señora Fellay de Bodean y Etcheverría”.

En su etapa de alumno, el Colegio Nacional pasó a ser la “Escuela Normal Mixta República Oriental del Uruguay”. Se izaron las banderas de Argentina y Uruguay y se entonaron los himnos de ambos países. “El coro del colegio tuvo una sobresaliente actuación dirigido por Aroma Díaz y habló la directora, Señorita Renata Castaldo”.
Bailes, una revista y el Movimiento Estudiantil
Alcides recuerda que en el año 1958 se formó el Club Colegial con Miguel Peré (presidente), Raúl Bard (vicepresidente), Aníbal Irigoy (secretario), Alfredo Maxit (prosecretario), Gladys Oyarbide (tesorera), Cristina Premat (protesorera); Omar Follonier, Sara Noguera, Luz Trinidad, Alcides Loker, Luis Morelli, María López Fonseca, Ricardo Persson, Celso Guillaume Carlos Micheloud, Graciela Valente y Carlos Figueroa (vocales titulares); Orlando Serra, Duje Kulodrovich, Guifre, Horacio Roude, Amalia Capara, Eduardo Gallegos, Sara Paccot, Nora Galeano, Lía Evequoz, Cristina Sallago, Mirta Fernández y Luis González (vocales suplentes).

“En ese año comenzó a editarse la revista Inspiración, que se imprimía en la Parroquia Santos Justo y Pastor junto al padre José Temon y un grupo de estudiantes católicos. Se publicaba las distintas actividades del colegio, chistes, cargadas. Salió en los años 1958, ‘59 y ‘60”.

Aparece en su memoria la actuación de “Los Chalchaleros” en el Club Social La Armonía y aquellos temas con los que “un grupo de alumnos hicieron una canción con cargadas y apodos de algunos profesores”.

También en 1958 se realizó un programa de preguntas y respuestas en el cine Centenario, con alumnos del colegio. “Duró tres noches y se desarrolló con éxito y entusiasmo; la capacidad de muchos se sintió estimulada. Contó con la animación del profesor Enrique Rasmussen”.

Aquí un recuerdo con sabor amargo: “De nuestro 2° año participamos Julio Gallegos, Blanca Aida Michelet, Nélida Meichtry y yo. Los tres primeros contestaron correctamente. Yo tenía que contestar sobre Matemáticas, tres días antes del inicio del concurso la profesora Lucy Azcua me dijo que tenía las preguntas formuladas, entonces falte dos días para repasar. Voy a contestar y me preguntan sobre lo que habían dado el último día que yo no estaba (números cúbicos) así que pasé mucha vergüenza; me sentí muy dolorido, con mucha bronca”.

“Ese mismo año se formó una comisión de 2° que presidia Eduardo Gallegos. Se hacían bailables en el Club Colón y La Unión, para juntar fondos. Se llamaban Vermout danzante”. También se hicieron las olimpiadas en el parque Quirós, en las que Alcides Loker participó en posta de 4X400 y ciclismo. “Los que más se destacaron fueron Luis Bruchez, José Batista, Ricardo Persson, Miguel Peré y otros”.

En 1959 nació el MECC (Movimiento Estudiantil Católico Colonense), por iniciativa del joven sacerdote José Temón. Fue presidente Alfredo Maxit, vice Omar Follonier, secretaria Cristina Premat y tesorero Hugo Vergniaud. Ese año, representaban al colegio en el desfile de carrozas Cristina López Fonseca, Nidia Teheraní y Ana María Cot.
Los desfiles en la 12 y el viaje de egresados
Entre las remembranzas están los desfiles de las fiestas patrias, por calle 12 de Abril. “Nos preparaba el profesor Bucenar y luego Julio Méndez”. Conserva una foto del 25 de Mayo de 1958, en la primera escuadra están Ricardo López, Hugo Bonnin, el propio Alcides y Roude, de Villa Elisa.

25 de Mayo de 1958, desfile por calle 12 de Abril

También organizaban la Semana de la Juventud, del 14 al 20 de septiembre. “Se hacían festivales cómicos en el cine, procesión de antorchas, torneos de fútbol, básquet y otros eventos”.

“Para el viaje de egresados, habíamos juntado fondos para ir a Mendoza. Por distintos motivos se fue postergando, lo íbamos a hacer en enero y me llegó el llamado al Servicio Miliar Obligatorio, para esa misma fecha, así que no lo pude realizar”.

Alcides Loker, en su baile de colación

“Completamente embarrado”: anécdota en una creciente histórica
Rememora en aquellos años “la creciente más grande de nuestro río Uruguay, que llegó a 12 metros y algo. Fue impresionante, el agua pasaba sobre el terraplén del arroyo de La Leche hasta que tapó todo el puente”. Y una aventura con susto incluido.

“Yo pasaba a caballo para ir y venir del colegio, hasta que un día mi caballo nadó en la parte más baja del terraplén, lo conté en casa y papá dijo ‘entonces hasta que no baje no vas más’. Justo esa tarde se suspendieron las clases”.

“Después que el río había bajado quedó mucho barro. Volviendo del colegio, sobre el puente mi caballo doradillo se espantó del jeep del director de la Escuela Granja, resbaló al costado y nos caímos de la parte más alta del terraplén. Gracias a Dios yo pase del otro lado del alambrado y el caballo quedó contra un palo. Me levante completamente embarrado, busque el caballo y lo tuve que llevar costeando el alambrado hasta la parte más baja del terraplén, para poder subir. El director me estaba observando, me esperó y quería llevarme al hospital pero yo no acepté. Monté para volver a casa y encontré a mi mamá que iba para Colón y no me reconoció. Cuando la vi me puse a llorar, le conté lo ocurrido y volvió conmigo a casa”.

Fuente: El Entre Ríos