Según informaron algunos de los vecinos que ofician como voceros del grupo de familias del asentamiento conocido como Mena, la determinación se habría tomado debido a la falta de respuestas por parte de las autoridades municipales.
Aparentemente, lluvias de las últimas horas apuraron la decisión de la gente, que decidió no esperar más al ver sus viviendas anegadas y gran parte de sus pertenencias arruinadas por el agua.
La semana pasada se entregaron 80 de las viviendas de este mismo barrio, que ya se encontraban terminadas. Sin embargo, un número similar del mismo complejo, ubicado frente al viejo Hospital Urquiza, aún está en la etapa de construcción y solo disponen de las paredes y el techo.
“Es preferible venirse a estas casas en este estado donde al menos tenemos un techo, que seguir viviendo en el barro con nuestros hijos, peligrando en forma constante por la humedad, el agua y el barro. Ya está, ahora que nos den una solución, porque nos cansamos de esperar”, señaló uno de los integrantes del grupo.
Por el momento, pidieron la intervención de los funcionarios vinculados al gobierno nacional para intentar tener algún tipo de respuesta, ya que fueron desde este mismo ámbito del Estado quienes entregaron las viviendas días atrás.
Por ahora, la situación no ha generado mayores inconvenientes y la Policía mantiene un control sobre el lugar con patrulleros y personal apostado sobre calle Urquiza.
Fuente: 03442