Vecinos, integrantes de distintas instituciones y funcionarios municipales continúan trabajando en forma conjunta con el fin de dar solución al tema “Palmeras del Inkier”; patrimonio ecológico e identitario de la ciudad.

En alrededor de 24 horas, las redes sociales lograron sumar recursos materiales y humanos. Así es como desde el Centro Comercial se contactó a especialistas como la ingeniera Sonia Garín y Martín Jenik, quienes cuentan con la experiencia de haber realizado el trasplante de las palmeras yatay para la construcción de la autovía. En la mañana del miércoles, estos profesionales se hicieron presentes en el Balneario Inkier para diagnosticar el estado de las palmeras y colaborar de manera práctica, comentó Sonia Cot Sánchez, una de las integrantes de la movida, a El Entre Ríos.

Al respecto, informaron que debido a las sucesivas inundaciones se observó un deterioro en los troncos de las mismas. La palmera apuntalada se encuentra muy dañada en su estípite o tronco y en su copa, presentando solo dos vainas de hojas verdes.

Las yatay, si bien crecen en ambientes costeros, no son plantas para estar en la orilla o en lugares inundables. Por lo tanto, en lo sucesivo se solicita considerar no plantar o cultivar palmeras yatay en esa cota.

Recomendaron trasplantar la palmera que se encuentra tumbada a una cota más alta. Por ejemplo, en la primera línea más elevada de árboles, paralelos a la costa.

Para la palmera apuntalada, y dado el alto deterioro, se sugirió no ser trasplantada y reutilizar su madera como parte del patrimonio, en la talla de esculturas o maceteros.

Se evaluó la existencia de una tercera palmera yatay, cuya estructura se encuentra conservada por la pared en la que se apoya la ducha. La misma actúa como un eventual muro de contención para mantener la estabilidad de su tronco.

Las embarcaciones no se pueden amarrar a puntos fijos de tierra como árboles y estructuras que puedan ser removidas por el oleaje del río y el peso de la embarcación. A fin de evitar negligencias similares a las que derribaron estas dos palmeras y un tercer árbol de mora (a cuyo tronco también se encadenan embarcaciones), se considera oportuna la instalación en la playa de cabos de amarre que consideren la cota de inundación.

“Dado que Colón es la única ciudad del río Uruguay que mira al río, sería positivo desarrollar entre los colonenses y, especialmente entre los auxiliares que trabajan en las mismas, el cuidado de las playas, de su flora y fauna. Reforzar las acciones existentes y proponer nuevas actividades en torno a este tema, para generar una réplica de estas conductas entre los visitantes”, consideraron los profesionales intervinientes.

Un resumen de este informe fue enviado al secretario de Obras y Servicios Públicos de Colón, ingeniero Mariano Rebord.

Trasplante de la segunda palmera

El viernes, la misma cuadrilla de operarios municipales intervino en la primera palmera (la más afectada), para enderezarla y retirar los tres puntales de tijera, acción necesaria para asegurar su estabilidad. Se la enterró más profundo, cubriéndola con un montículo de arena que supera el metro por encima de la superficie.

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