Paraná

Un oficial y dos suboficiales de la Policía de Entre Ríos fueron imputados por el homicidio de Ariel Goyeneche

El fiscal Santiago Alfieri, que tiene a su cargo la investigación, citó a prestar declaración a los policías que hicieron el traslado y al oficial que estaba a cargo de la Comisaría Segunda en el momento en que se produjo el fallecimiento del joven.

Los imputados
Tres policías fueron formalmente imputados por el homicidio de Ariel Goyeneche, luego de conocido el informe de la autopsia que reveló que la muerte del joven se había producido por asfixia mecánica por compresión sobre el tórax y el abdomen.

El fiscal Santiago Alfieri citó a prestar declaración de imputado a los policías David Vázquez y Lisandro Romero, que integraban la patrulla que trasladó al joven hasta la Comisaría 2ª; y también al oficial Alan Vázquez, que estaba a cargo de la dependencia policial en el momento en que se produjo la muerte. Los dos primeros ya fueron pasados a disponibilidad por disposición del ministro de Seguridad y Justicia, Néstor Roncaglia.

Los policías serán acusados por la aplicación de severidades contra Goyeneche y por homicidio en circunstancias de exceso en el cumplimiento del deber, según pudo saber Página Judicial. El fiscal, sin embargo, todavía no fijó fecha para la presentación de los policías.
Los hechos
Ariel Goyeneche murió el 12 de febrero frente a la Comisaría 2ª. Esa madrugada, un vecino de calle Piedrabuena, entre Urquiza y Andrés Pazos de la capital entrerriana, escuchó que alguien caminaba por los techos de su casa y alertó a la Policía.

Esa persona, que resultó ser Ariel Goyeneche, bajó cuando llegó el móvil en el que se conducían los policías David Vázquez y Lisandro Romero. Según los testigos, el joven estaba agitado y gritaba que lo perseguían para matarlo.

En el parte policial, los efectivos hicieron constar que el joven estaba “muy exaltado, nervioso, pero consigo mismo” y “en todo momento decía que lo querían matar”. Incluso el vecino que había alertado sobre la presencia de una persona en los techos de su casa diría más tarde que el joven no estaba violento ni agresivo hacia otros.

Los policías recibieron instrucciones de trasladarlo a la Comisaría 2ª para su identificación y, según dicen, Ariel accedió “sin ocasionar resistencia”. Fue esposado y lo introdujeron en el asiento trasero del móvil policial.

Sin embargo, cuando estaban en inmediaciones de la Jefatura Departamental, el joven rompió una ventanilla del patrullero de una patada, escapó del vehículo e ingresó en el edificio policial, donde fue recapturado y devuelto al móvil por Vázquez y Romero.

De acuerdo con la investigación, el joven permaneció retenido en el interior del automóvil “innecesariamente”, con las ventanillas cerradas, durante más de media hora, entre las 5.21 y las 5.58, frente a la Jefatura Departamental. A criterio del fiscal, esta situación agravó las condiciones de custodia de Ariel e incluso los policías hicieron caso omiso a los gritos del joven pidiendo ayuda.

Según el fiscal, cuando estuvieron frente a la Comisaría 2ª, el cabo David Vázquez abrió la puerta trasera derecha del patrullero y arrojó violentamente a Ariel Goyeneche, que estaba esposado, contra el asfalto; y luego, junto con el sargento Romero, lo sometieron boca abajo, con las manos esposadas en la espalda y precintos plásticos que le sujetaban los tobillos. Tenía el pecho sobre la vereda, la cintura en el cordón y las piernas en el asfalto.

Un video que filmaron vecinos del edificio policial muestra que el joven estaba en estado de alteración (tal vez provocada o exacerbada por el consumo de sustancias) y con su respiración agitada.

A pesar de ello, el cabo Vázquez lo sujetaba con sus rodillas, imponiéndole su peso sobre la espalda del joven; mientras que Romero le sostenía las piernas, a la vez que lo golpeaba en la cintura, las rodillas y tobillos. En esas condiciones lo mantuvieron durante aproximadamente veinticinco minutos, a pesar de los pedidos de ayuda de Ariel, hasta el desvanecimiento y la muerte.
Trato “abusivo” e “innecesario”
En cuanto a la responsabilidad de Alan Vázquez, el fiscal sostiene que como superior jerárquico y responsable del procedimiento omitió priorizar la integridad, seguridad y la vida de Ariel Goyeneche una vez que estaba detenido.

Los efectivos no han declarado en la causa, pero en los registros policiales Romero dejó asentada su presunción de que el joven habría consumido algún tipo de sustancia. Por ese motivo, el fiscal considera que el trato que le dispensaron había sido “abusivo” e “innecesario” y que los efectivos debieron proceder junto a un profesional de la salud desde el momento mismo de la detención.
La postura de la defensa
Este aspecto seguramente será motivo de controversia, ya que los abogados Damián Petenatti e Iván Vernengo, que representan a los policías que hicieron el traslado de Ariel, aseguran que “no existe” un protocolo de actuación para estos casos y que los policías tampoco han recibido capacitación para el abordaje de situaciones ante una persona que esté atravesando una crisis de salud mental.

Sin extender responsabilidades sobre otros, los letrados advierten también que “luego del incidente más intenso dentro del vehículo, y una vez que lo reducen, (Vázquez y Romero) no tenían posibilidades materiales ni jurídicas de hacer otra cosa distinta de lo que estaban haciendo”.

Fuente: Juan Cruz Varela - Página Judicial.