El próximo 11 de agosto, los argentinos tendremos que concurrir a las urnas para depositar nuestro “voto de fe” por algunos de los candidatos que hay disponibles en la oferta electoral. Tocan las PASO, o Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias. Las mismas fueron promulgadas el 2 diciembre de 2009 por la Ley 26.571 y, mediante este proceso previo a las elecciones generales, se despejan básicamente dos cuestiones: los partidos habilitados a presentarse a las elecciones nacionales (aquellos que tengan el 1,5% de los votos válidamente emitidos), así como la lista que representará a cada partido político.
¿Qué se elige?
En la provincia de Entre Ríos, además de los cargos de Presidente y Vicepresidente, se votará para renovar las 3 bancas de Senadores Nacionales, así como 4 de las bancas de la Cámara de Diputados. En este contexto, es interesante resaltar que, de 52 candidatos presentados, 26 son mujeres y 26 son varones. Esto demuestra unaparidad de género en las listas presentadas. Pero…¿Sabemos cuál es la situación actual de la representación femenina en América Latina? ¿Cuán bien o cuán mal nos encontramos dentro de dicho contexto?
Según el Observatorio de Igualdad de Género de la CEPAL , las mujeres están representadas en un 31,2% de promedio a nivel regional, lo que incluye América Latina y el Caribe. Es decir que, de cada 100 puestos dentro de los parlamentos nacionales de nuestro continente, un poco más de 31 son ocupados por mujeres. Si bien es cierto que estos puestos siguen estando monopolizados por los hombres, la región se mantiene a la cabeza a nivel mundial con ese 31,2% esbozado más arriba.
A la hora de desglosar un poco más las cifras estadísticas, nos encontramos con que, de los 35 países de la región, solo 6 sobrepasan el 40% de parlamentarias: Cuba (53,2%), Bolivia (53,1%), México (48,2%), Granada (46,7%), Nicaragua (45,7%) y Costa Rica (45,6%). En Granada y Costa Rica, se dio un incremento de 10 puntos porcentuales en el último año. En el otro lado del espectro, nos encontramos con que 13 países actualmente no alcanzan el 20% de representación de las mujeres en el parlamento, entre los cuales Haití se posiciona como el más bajo de la región con un 2,5%.
¿Y Argentina?
A día de hoy, y antes de que se celebren las elecciones, el porcentaje de mujeres representadas en el Congreso asciende a 38,9%, ubicando a nuestro país en el séptimo lugar en la lista, por detrás de los países que sobrepasan el 40% de representación femenina. Esta tendencia perseguirá, en los próximos años, una escala ascendente, gracias a la Ley de Paridad de Género sancionada en noviembre de 2017. Mencionada ley establece la obligatoriedad de que las listas estén compuestas en la misma proporción por hombres y mujeres. Sin embargo, el horizonte aún se encuentra un poco lejos. Conforme a los mecanismos de renovación de cada Cámara, la paridad recién se verá reflejada por completo en el año 2023 para el Senado y en 2021 para la Cámara Baja.Es totalmente pertinente destacar que la Paridad de Género no necesariamente se traduce en mayores conquistas de derechos femeninos. Por ejemplo, el Proyecto de Ley sobre la Interrupción Voluntaria del Embarazo, impulsado por el gran colectivo femenino en las calles, terminó siendo enterrado en la Cámara de Senadores, donde paradójicamente el porcentaje de representación de mujeres es mayor al de la Cámara Baja (42% contra 39%).
Para culminar, no debemos olvidar una verdad evidente y omnipresente: hasta hace muy pocos años las mujeres no podían ejercer su derecho al voto. Recién con la Ley 13.010 se instituye el voto femenino, en el año 1947. Con todos los vaivenes entre regímenes democráticos y gobiernos cívico-militares, las mujeres han tenido (de manera obligada) una breve trayectoria en el mundo de la política. Pero aún así, cada vez son más las que pelean por sus derechos y por representarse a sí mismas en el Congreso.
Suponiendo que para el año 2023 se alcance la Paridad de Género en el Congreso Nacional, pasarán sólo 76 años entre la primera vez que pudieron concurrir a votar las mujeres, y la tan ansiada representación proporcional en los órganos parlamentarios de la Argentina. Con muchas falencias y muchos derechos por conquistar, claro está. Pero este es un cambio del que (afortunadamente) no se volverá atrás.
Fuente: El Entre Ríos.