El Ingeniero Agrónomo Sebastián Aristide es, desde hace apenas cuatro semanas, Secretario de Desarrollo Humano de la Municipalidad de Conocordia, un puesto clave en el gabinete del intendente Francisco Azcué, del que dependen tanto la “cuestión social”, como la salud, la cultura y el deporte.
“Atareado con un montón de frentes de tormentas hacia adelante”, describe el momento que atraviesa, ni bien interrumpe la labor para dialogar con el programa Despertá con Nosotros, por Oíd Mortales Radio. Aristide no disimula cuánto cambió su vida en un corto lapso: “Hace un mes y medio era un vecino más y sigo teniendo esa impronta. No queremos dejar de ver las cosas desde esa mirada, con sentido común, viendo lo de largo alcance”, confiesa.
De entrada, marcó el norte de la gestión: “Un eje fundamental de la gestión de Francisco Azcué es sacar a Concordia del podio de la pobreza. No estamos diciendo ‘pobreza cero’ ni que la bajaremos a tantos puntos. Simplemente, por lo menos, bajarla del podio”, dijo.
Enseguida admitió que no será sencillo: “Es fácil decirlo, puede ser una expectativa de la sociedad, pero cuando uno se pone al frente de ese desafío hay que asumir la responsabilidad estudiando situaciones parecidas y modelos de éxito. Estamos implementando un modelo que ya hace muchos años se empezó a usar en el gobierno de Salta, con distintos grados de avance”.
De allí en más, el Ingeniero Agrónomo Sebastián Aristide profundizó en las características y alcances de un relevamiento sobre la cuestión social de Concordia, que se llevará a cabo aprovechando la plataforma y la metodología ideada por la Fundación CONIN de Mendoza y puesta en práctica por la provincia de Salta. Enfático, al justificar la necesidad de encarar el relevamiento, consideró que “hay mucha información distorsionada. Nos manejamos con información tercerizada, no de primera mano. Y el Estado tiene que tener información de primera mano. Es la primera responsabilidad del Estado”, insistió.
Pero también deslizó otras acciones. Por ejemplo, un “índice de precios al consumidor” concordiense. “Para tomar decisiones para el concordiense hay que tener datos del concordiense. Si no, compramos información externa y nos medimos con una vara que no corresponde”, argumenta.
A su vez, Aristide detalló algunas “prioridades” que absorben las mayores energías del nuevo gobierno. Por caso, “merenderos y comedores para que no falte alimento”. Reveló que el martes último tuvieron una reunión con la Fundación Marolio de Buenos Aires para ver si nos puede acompañar en algunos merenderos. Es impresionante lo que se consume de alimentos y los escasos insumos que teníamos para arrancar”, agregó.
Relevamiento y “semaforización”
El Secretario de Desarrollo Humano definió al relevamiento que se aprestan a llevar a cabo como “una herramienta que permite identificar y facilitar el acceso a información pura, a los datos que uno necesita para luego hacer los abordajes necesarios. Parte de una encuesta con cuatro módulos: habitacional, social, salud y educación. A través de diferentes preguntas, la misma plataforma te va generando una serie de respuestas y una semaforización de la situación familiar que estás abordando”, precisó.“Esa semaforización –agregó- permite detectar rápidamente cuáles serían los rojos; o sea, situaciones de demanda inmediata. Esto ayuda a enfocarse en las respuestas”.
El relevamiento promete volver más eficaz la acción del Estado. “En las acciones del municipio se mezclan asuntos urgentes, importantes, superficiales. Si uno cuenta con una herramienta que permita identificar rápidamente las más urgentes e importantes, uno puede ser más eficaz, con respuestas de mayor impacto”, explicó.
-¿Qué alcance geográfico tendrá? ¿Toda la ciudad, algunos barrios en particular? ¿Identificarían a cada persona por su situación social particular?
-El relevamiento llega al nivel de los detalles. Por eso, no estamos apurados. Nuestra meta es llegar a fin de año habiendo relevado el ciento por ciento de los barrios populares. Estamos apoyados en la Fundación Conin Mendoza. Ellos son nuestra guía, nos permiten bajar esta plataforma, colaboran en todo momento para responder a las dudas operativas. Comenzamos con un equipo de 20 personas pero el objetivo es llegar a unas 120 relevando.
-¿Esa plataforma es ciento por ciento digitalizada?
-Ahí es donde está el valor agregado de esta herramienta. El encuestador es entrenado sobre cómo usarla y también en cuestiones pedagógicas, de abordaje, trabajo en equipo, etc. Se le provee un celular donde está descargada la plataforma, lo que te permite cargar la información. Una vez que le das “aceptar”, esa información se sube a la “nube”, y la misma plataforma tiene los algoritmos necesarios para dar las respuestas en los diferentes módulos, si son problemas habitacionales, o educativos, etc.
Por ejemplo, si hay analfabetismo, inmediatamente te genera una estadística y la semaforización. Vos estás en la Dirección de Educación y en el despacho vas a recibir estos alertas de distintos colores, con los nombres codificados, porque la identidad de las personas se resguarda.
Va a ser de código abierto y supongamos que una persona está en una ONG que brinda apoyo escolar en un barrio. Entonces, podrá acceder a esta información específica. Por ejemplo, si quisiera saber cuántos chicos de tal edad están fuera de la escuela en esa zona.
-¿Este sistema permite conocer la “película” sobre cada realidad o sólo la “foto”? Dicho de otro modo, ¿se releva una vez o se efectúa un relevamiento permanente?
-Es una película la que hay que conocer. En el universo de personas que encontremos, detectaremos los amarillos y los rojos. Serán los que con mayor frecuencia visitemos. No quiere decir que a los verdes no, sino que cada 6 meses haremos otro relevamiento de manera tal de ver que el verde siga verde y que no se haya agravado la situación. O, por ejemplo, si a un sector en rojo lo convertiste en verde, también hacer un seguimiento.
Todo esto es fácil decirlo. Hay que llevarlo a la práctica. Ni siquiera lo estoy pensando para el primer año, período en el cual la meta es hacer el relevamiento en el cien por ciento de los barrios populares y ya es un objetivo bastante elevado.
Creo que en lo más inmediato, que es salud y desarrollo social, estamos más preparados para salir corriendo a resolver problemas. Pero en otros asuntos, que son de mediano y largo plazo, como los educativos y habitacionales o de infraestructura, ahí va a ameritar ver con qué recursos contamos, qué velocidad de respuesta podemos llegar a tener. Es el capítulo que sigue.
En cuanto a las limitaciones de los recursos disponibles, ayer se salió a la cancha con un abordaje. Quiere decir que es posible hacerlo. Hay que gestionar, conocer los recursos humanos con que uno cuenta, “vender” el proyecto a la gente, que se contagie y lo vea como lo vemos nosotros. Estamos convencidos que va a ser una política de Estado para la próxima gestión, porque ¡qué mejor que tener un diagnóstico real de tu propia ciudad y no andar comprando números importados!
-¿Quiénes podrán ser encuestadores? Por ejemplo, ¿se aprovechará la experiencia de docentes que ya han participado en censos?
-Todos los voluntarios serán bienvenidos. Tenemos las puertas abiertas. El equipo de entrenadores está en condiciones. Tenemos varios puntos de capacitación preparados. Hay un equipo local y otro de Mendoza que acompaña.
Por supuesto que conseguir 20 celulares no es lo mismo que 120. Ameritaría el presupuesto, como todo. También hay que ver consumos de combustible para trasladar a la gente.
Por ahora tenemos para crecer con personas dentro del municipio, que están en distintas áreas también están cercanas a lo social.
También puede haber gente de Cáritas, Cruz Roja, Scout, gente que quiera participar… Las puertas están abiertas. Hace poco arrancamos la gestión. Nos falta ordenarnos un poco. Estamos con otras prioridades pero igual ya salimos a la cancha y estamos predispuestos a escuchar a todos.
La idea es que de aquí a 15 días estaríamos convocando a muchas instituciones vinculadas a lo social para generar una mesa de articulación social, no sólo por este proyecto sino también por otros. Queremos que todas las instituciones preocupadas por la realidad social de Concordia tengan su espacio, su voz y su oído.
-¿Cuáles son esas prioridades a las que te referiste?
-Lo social y lo estructural del municipio maneja mi agenda. Tenemos la inundación, todavía estamos gestionando la vuelta a casa de varias familias. Después, merenderos y comedores para que no falte alimento. Ayer tuvimos una reunión con la Fundación Marolio de Buenos Aires para ver si nos puede acompañar en algunos merenderos. Es impresionante lo que se consume de alimentos y los escasos insumos que teníamos para arrancar. Después, hay deudas con proveedores, que estamos tratando de renegociar, achicar, generar cambios de condiciones, lo cual nos va a llevar un tiempo. Y también cuestiones estructurales, de espacios físicos, armar las orgánicas.
Aun así, afrontamos los premios San Antonio, los recreativos de verano que se lanzaron con piletas que no teníamos en condiciones y pudimos recuperar. Estoy orgulloso del equipo que pudimos armar. Ahora tenemos el Maratón y después el Carnaval.
-¿Está en carpeta aprovechar la experiencia del antropólogo concordiense Danilo Rossi, que junto a otros entrerrianos trabajó en la urbanización de villas en Buenos Aires, obvio adaptando las acciones a las particularidades de Concordia y sus barrios?
-Este relevamiento nos dará una idea real, un dato duro de por dónde empezar y cuál es el mejor plan para cada barrio. Sin datos es hablar en el aire. Por ahí hay mucha información distorsionada. Nos manejamos con información tercerizada, no de primera mano. Y el Estado tiene que tener información de primera mano. Es la primera responsabilidad del Estado.
-¿Hubo que adquirir el software utilizado en Salta para el relevamiento?
-No, es de la Fundación CONIN. Nos lo proveen gratuitamente. Hay algunos costos de asesoramiento, de acompañamiento.
-Volviendo al objetivo, sacar a Concordia del podio de la pobreza, ¿no sólo depende de las acciones que emprenda la Municipalidad? Una política nacional con altos índices de inflación, por ejemplo, hace que de una medición para la otra los indicadores de pobreza se agraven.
-Tengo una opinión particular. Cada ciudad tiene un índice de precios al consumidor propio. Esto es elemental entenderlo. El ingreso promedio per cápita de Concordia no es equiparable al de Buenos Aires, Rosario, Córdoba, Mendoza e incluso Paraná. Segundo, tampoco el costo de vida es el mismo. La canasta básica de alimentos no es la misma. Y eso distorsiona los datos.
Sin decirte más, esperemos a que aparezcan los primeros relevamientos. Nosotros tenemos que tener un índice de precios al consumidor local. Para tomar decisiones para el concordiense hay que tener datos del concordiense. Si no, compramos información externa y nos medimos con una vara que no corresponde.
-¿Cómo se compatibilizan los tiempos de la gestión –por ejemplo, los de este relevamiento- con las urgencias políticas e incluso electorales, asociadas siempre a resultados perceptibles? La política siempre apura y presiona sobre lo de mediano y largo plazo. ¿Hay respaldo del Ejecutivo?
-Absolutamente. Yo hace un mes y medio era un vecino más y sigo teniendo esa impronta. No queremos dejar de ver las cosas desde esa mirada, con sentido común, viendo lo de largo alcance. Igual, soy consciente de que necesito mostrar resultados parciales que prueben de que el camino es el correcto y tiene que ser con datos. Por eso, no es que vamos a esperar relevar al último barrio para actuar sobre el primero. Vamos a ir actuando sobre los rojos de los primeros encuestados. Probablemente no daremos aún la respuesta definitiva, pero sí en lo que esté a nuestro alcance, vamos a responder.
Fuente: Oíd Mortales Radio