POR LORENA MUÑOZ
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Don Julio Pintos era un reconocido vecino de la época. De ascendencia suizo-francés, era hijo de Don Diego Pintos y de doña Filomena Amos. Este matrimonio tuvo cinco hijos: Diego, Juan, José Eduardo, Romana y Julio F.
Con el correr del tiempo, Julio Pintos se convirtió en propietario de una farmacia, la que funcionó en sus inicios en la esquina de la actual calle 12 de Abril y L.N. Alem, haciendo cruz con el edificio del Juzgado, más tarde la trasladaría a la calle Centenario (hoy 12 de Abril) y Esteva Berga. A pocos metros de esa esquina construyó la vivienda familiar, una hermosa casa donde hoy funciona una conocida heladería. Allí vivió con su esposa, doña Atila Izquierdo y sus hijos: Adelfa, Mario, Nora y Liliana.
Al trabajo al frente de su farmacia, se agregaban las actividades que desarrollaba en el ámbito de distintas instituciones, siempre con un gran espíritu participativo demostró su vocación de servicio a la comunidad.
En abril de 1923, siendo miembro del Concejo Deliberante, es elegido como Presidente del mismo. A los pocos meses, es designado mediante el decreto Nº28 del Superior Gobierno de la Provincia como Presidente municipal.
El 1 de enero de 1924 a las 10 hs de la mañana, los señores comisionados (concejales) electos para el período 1924-1925 se dan cita en la casa municipal a los efectos de tomarle juramento legal.
Su labor al frente del Departamento Ejecutivo duró unos 10 meses, hasta el 7 de noviembre del mismo año.
A los pocos días de asumir la intendencia de Colón llegaron noticias del deceso del General Noailles. Pintos envió un telegrama de condolencias a su viuda, Doña Josefina H. de Noailles en Buenos Aires y al mismo tiempo decretó honores al distinguido hijo de Colón, designando a los Doctores Herminio J. Quirós y David O´Connor para que representen al Departamento Ejecutivo en ceremonias y en el acto del sepelio. Finalmente los restos del General Noailles serían trasladados al Cementerio de Colón, cumpliendo así con su última voluntad.
Entre las noticias y novedades de la época que se constituyen en el devenir de la corporación municipal se encontró en el mes de enero, la necesidad de sueros anticarbuncloso, antigangrenoso, antimeningocoso y antidiftérico y dos tipos de vacunas: antitífica y antigripal. La propagación de la viruela a fin de ese mes en Paysandú motivó a que el presidente municipal ordenara se desplegasen las medidas preventivas en el Puerto de Colón.
Con anterioridad a esta situación don Julio Pintos había recibido una nota del Doctor Miguel Esteva Berga en la que comunica la renuncia a su asignación mensual, con que el presupuesto de gastos de la corporación retribuía las funciones de médico de la misma, desempeñándolas gratuitamente mientras ejercía las de miembro del HCD.
En el área del Puerto se presentaban algunas irregularidades en el cumplimiento de las disposiciones municipales, puesto que el mismo intendente advierte al Subprefecto Don Raúl Herrera Oliver que trate de no consentir que en el muelle se ejerza la profesión de Mozo de Cordel a quien no se halle munido de la correspondiente chapa habilitante. Conviene aclarar que, en ese entonces se denominaba mozo de cordel a quienes transportaban los grandes baúles en las estaciones, pero también a aquellos que realizaban las actividades inherentes a la operativa portuaria.
Acompañaron en ese tiempo a Don Julio Pintos: en el puesto de secretario Don Miguel Mareca y como Presidente de la Comisión Deliberante el Doctor Carlos F. Sanguinetti, quien luego será sucedido por Juan Francisco Vauthay.
El cargo de Jefe de Policía Departamental era ejercido por Lucio González. En lo que respecta al Juez de Paz, el HCD eligió la terna correspondiente para cubrir el cargo, la misma, que se constituyó en los nombres de Arturo M. Bruchen; Juan C. Secano y Eduardo Vauthay, fue elevada al presidente del Ejecutivo, don Julio F. Pintos para que la informe al Superior Gobierno de la Provincia, siendo esta instancia la encargada de efectuar la designación.
Terminando el mes de febrero, Pintos comunica una buena noticia al Diputado Quirós en Paraná, finalmente se consiguió un local apropiado para el funcionamiento de la Escuela de Artes y Oficios (creada a instancias de Quirós), y que se encontraban a la espera de la aceptación ministerial para que la municipalidad proceda a las reparaciones del edificio.
También en este período, en el mes de agosto, se procedió a organizar los recursos con motivo de la Exposición Avícola realizada por primera vez en la provincia y en nuestra ciudad.
Al poco tiempo, el 7 de noviembre de 1924 el Presidente Municipal recibe un comunicado del Superior Gobierno de la Provincia que por medio del Decreto Nº23 se le informa que su nombramiento al frente del Departamento Ejecutivo ha quedado sin efecto. Asumirá en su reemplazo Don José Dessimaux.
Julio F. Pintos perteneció al grupo de amigos y colaboradores del ilustre Doctor Herminio Juan Quirós. Formó parte de la Primera Comisión del Internado Fraternal, asociación educacionista fundada el 21 de febrero de1927 por el Centro de Fomento Departamental, a iniciativa del entonces diputado nacional, con el objeto de proporcionar a los jóvenes de otros lugares y sin mayores recursos, que concurrían a la Escuela Nacional de Artes y Oficios de Colón, un lugar cómodo que a la vez ofrecía, según los discursos de la época, garantías de disciplina y moralidad absoluta. En esta primera comisión Pintos se desempeñó como tesorero. En 1946 ocupa el puesto de Presidente del Centro de Fomento.
Don Julio F. Pintos falleció en su domicilio el 17 de diciembre de 1954, tenía en ese entonces 64 años. Era de nacionalidad argentina, había nacido en esta ciudad y se domiciliaba en calle 12 de Abril. De profesión farmacéutico. Su deceso se produjo a consecuencia de una hemorragia cerebral, según el certificado del Doctor Roberto Díaz.
Era hijo de Diego Pintos y de Filomena Amos, ambos argentinos y fallecidos. Al momento de su acta de defunción se ignoraba si había dejado testamento. Los restos del presidente municipal descansan en el cementerio de nuestra ciudad.