“Tenemos pensado llevar toda la parte apícola, porque tiene una sala bastante grande como para poder trabajar cómodamente. Trasladando ese sector hacia ahí, lograremos que la parte de apicultura tenga un lugar independiente y no dependa de otros factores”, anunció ante El Entre Ríos el rector de la institución, Oscar Retamar.
El establecimiento a recuperar se encuentra a unos 2500 metros de la autovía a mano derecha. Hasta allí, atravesando los 14 kilómetros que los separan del lugar, los estudiantes se trasladarán a hacer sus prácticas a bordo de la traffic que consiguieron el año pasado para la institución.
“Además, en el predio del edificio de Colonia Juan Jorge nos queda una hectárea y media para producir, así que cuando empiecen las clases vamos a definir qué cultivamos ahí. Debemos cumplir con el desarrollo de los módulos de producción animal, vegetal e industrial que contempla nuestro plan de estudios, así que cualquier espacio viene bien”, añadió.
“Utilizarlas para producir es una manera de darles vida”
“No es la primera escuela cerrada que conseguimos para producir”, destacó Retamar. “Ya tenemos lo que era la N° 66 Enrique Berduc que está muy cerquita, donde tenemos una forestación: son tres cuartos de hectáreas que a nosotros nos sirven mucho. Ahí los chicos trabajan haciendo trasplantes y cuidado de montes”, indicó.“Después tenemos lo que era la Maipú, que también está cerrada hace bastante. Ahí contamos con cuatro hectáreas y media donde hacemos cereales. El año pasado trabajamos trigo y este año soja, que todo lo que se cosecha es para alimentar a los chanchos de la escuela”, dio a conocer el directivo.
“Hace unos años, quien hoy es jefe de enseñanza y producción, el ingeniero Néstor Viollaz, se enteró que había unos terrenos fiscales que pertenecían al ferrocarril, los gestionamos y nos los dieron en comodato. Ahí tenemos seis hectáreas de sorgo. Y así vamos creciendo”, concluyó.