José Leandro Sánchez, de 40 años, fue el héroe del día martes. Con su gesto, conmovió a un país, a una sociedad ávida de actitudes como la de Pepe, como le dicen en Nogoyá, la localidad entrerriana que un día como hoy fue tendencia en las redes.
La ejemplar historia de Sánchez empezó a dibujarse el fin de semana, cuando el periodista local Maximiliano Medrano publicó en su muro de Facebook un último momento: “Hace unos minutos, un nogoyaense habría encontrado un maletín con aproximadamente 500.000 dólares. Ante el nerviosismo de semejante hallazgo, me mandó un mensaje porque no sabía qué hacer con dicho dinero. Me comuniqué con la persona en cuestión, se trataba de 'José S.'quien nos prometió su visita en los estudios de radio (FM Libertad) para narrarnos detalladamente esta historia”. De aquí en más, la gesta de Sánchez cruzó fronteras y se transformó en la buena noticia del día, en ese refresco necesario para paliar tantas pálidas, ese bálsamo que brinda la esperanza de que todavía se puede. En cada reportaje que Sánchez ofreció este martes, en la que contaba lo sucedido de memoria, insistía en que no quería una recompensa económica, sino un trabajo en blanco.
¿Qué contaba puntualmente? No queda muy claro, pero más o menos así: un hombre (Gustavo Schulz, dijo) bajó de su camioneta roja hablando por celular, discutiendo, con gestos ampulosos y abandonó -inexplicablemente- un maletín en una calle concurrida del barrio comercial Villa 3 de Febrero. Testigo de esa secuencia, Sánchez levantó el maletín, lo abrió, se obnubiló con la marea verde y se atragantó con el revólver negro.
Es la punta del ovillo de un gran cuento de ficción, que lamentablemente nunca existió. "Siendo las 20 horas del martes, estoy en condiciones de decir que todo es mentira", le dijo a Clarín el fiscal de Nogoyá Federico Uriburu. La fiscalía intervino porque tanto Sánchez como Medrano confirmaron que dentro del maletín había un arma de fuego. Mientras Sánchez sigue su raid mediático en la noche del martes, cumpliendo a pie juntillas la letra de su parlamento, el fiscal Uriburu, relajado y en medio de una sesión de kinesiología, le confirma a Clarín que "no hay empresario, ni camioneta, ni maletín, ni dólares ni revólver. Nadie vio nada".
Para fortalecer sus dichos, el fiscal se explaya: "La policía caminera en ningún momento visualizó una camioneta Chevrolet S–10, de color rojo, doble cabina, como la que describe Sánchez, y las cámaras de seguridad de la calle Paraná, donde encontró el maletín, no muestran absolutamente nada".
El fiscal remarca el tema de las cámaras: "Hay cuatro que apuntan perfectamente hacia la zona que él describió y no se advierte nada, tampoco ningún movimiento extraño. No tiene correlato lo que dijo con lo que se pudo corroborar".
También Sánchez fue "entrevistado" por personal de la División Investigaciones de Nogoyá, que concluyó -según el fiscal- que "lo que contestó es poco creíble, con detalles confusos, como cuando describió al presunto dueño de la plata, lo que no quedó muy claro".
De a poco se va conociendo la reputación de Sánchez, quien pasó de ser el Superman de Nogoyá a un chantapufi ávido de popularidad. "Estuvo hace un tiempo en un programa de televisión, donde se presentó como mago, y cuando le tocó salir al aire, empezó su rutina, se tragó un papel y se atragantó. Hubo que suspender el programa, que estaba en vivo", se ríe el propio fiscal, que vaticina que "tiene todos los pergaminos para desembocar en el Bailando".
¿Los pasos a seguir? "Probablemente no hagamos nada desde la fiscalía. Descartada la versión y descartado el hecho (dólares más arma de fuego), no tenemos nada para hacer. De todas maneras, hablaremos con Sánchez -quien se encuentra en Buenos Aires dando entrevistas, llevado por el propio Medrano- para tomarle declaración", sostuvo Uriburu.