Pero su historia comenzó a deshilacharse a la luz de las primeras evidencias. La camioneta Chevrolet S-10 de color rojo de la cual había bajado el empresario, de visita en Nogoyá, no había sido detectada por ninguno de los puestos camineros de la Policía, tampoco por las cámaras de seguridad de la zona donde el hombre dijo haberla encontrado.
El caso se complejizó para Sánchez cuando la Justicia comenzó a indagar, luego de que el hombre aludiera a la existencia de un arma de fuego junto al maletín. Entonces, frente a la Policía, primero, y al fiscal Federico Uriburu, después, se desdijo de toda la fábula y reveló que había inventado todo para llamar la atención y conseguir un empleo en blanco.
Fue ahí cuando su último empleador, un panadero de Nogoyá, decidió despedirlo al verse involucrado en el relato. Pero Sánchez no se quedó de brazos cruzados: pidió el asesoramiento al abogado Juan Orlandi y demandó a su expatrón.
El conflicto se arregló en la sede de Trabajo en Nogoyá y el acuerdo fue refrendado por el Juzgado Civil y Comercial. Pero el dinero de la indemnización a la que accedió, 135 mil pesos, no se liquidó de inmediato. En el interín, le pidió ayuda al abogado. Le solicitó en préstamo 50 mil pesos, pero el letrado sólo accedió a facilitarle una suma menor, de 30 mil pesos. La promesa del changarín fue devolver el dinero cuando cobrase la indemnización. Ese cobro ocurrió el viernes 10 de mayo.
Ese día, a las 10 de la mañana, Sánchez y Orlandi quedaron en encontrase en Tribunales. Allí, Sánchez cobraría lo suyo y devolvería el préstamo. Pero se anticipó: legó a las 8, cobró su dinero y desapareció. No le atendió mas llamados al abogado y lo bloqueó en whatsapp.
La imputación
El abogado Juan Orlandi, secretario técnico del Hospital San Blas de Nogoyá, denunció a Sánchez luego de haberle prestado 30 mil pesos que nunca le devolvió. Según dijo el letrado, se los pidió con un ardid: dijo que los necesitaba para poder costear gastos indispensables de su familia. Sin embargo, utilizó ese dinero para comprarse una moto.Sánchez se envalentonó después de la denuncia y dijo que contaba con “el mejor abogado” de la zona: Augusto Lafferriere. Pero cuando el letrado fue a interiorse del pleito no quiso saber nada con asumir su defensa. Por esa razón, la representación legal del changarín quedó en manos de una defensora oficial, Andrea Cavagna.
La mediación fracasó
En un primer momento, Sánchez y el abogado Orlandi procuraron encontrar una vía de solución mediante una mediación, pero esta fracasó.Orlandi se negó a seguir ese camino, argumentando que Sánchez no muestra gestos de arrepentimiento.
Es por eso que Sánchez fue citado este jueves en los Tribunales de Nogoyá, donde se le informará que queda imputado por el delito de estafa.