A Continuación, El Entre Ríos, reproduce el texto completo:
“Con seguros criterios sanitarios las decisiones del Gobierno Nacional indican, primero la prolongación del aislamiento social obligatorio mucho más allá de las fechas que el colectivo social estaba pensando, y una salida programada y muy lenta de la misma. Una vida no se recupera, la economía tiene alternativas, es el razonamiento lógico de casi todo el arco político.
La economía, en todos los planos geográficos: mundial, nacional, provincial y local, sentirá los impactos negativos. Tendrá efectos tanto en los espacios públicos como privado. Me referiré únicamente al sector público provincial – municipal, ámbito de mi responsabilidad como senador.
Los detalles sobre las finanzas públicas fueron brindados por las autoridades provinciales en varias ocasiones y ante distintos actores durante esta semana. Concluyen en que los cálculos estimados por el Ministerio de Economía sobre el impacto de las medidas en las finanzas públicas se adelantaron. Se preveía el cuello de botella para el tercer bimestre (mayo-junio). Nos adelantamos a marzo – abril.
La Provincia no tiene recursos para terminar de pagar salarios y jubilaciones de marzo. La gran mayoría de los municipios pudo pagar salarios (salvo algunos casos ya identificados con problemas crónicos), pero un altísimo porcentaje no podrá afrontar la totalidad de la nómina salariar de abril.
Ante esta situación, y como paliativo para soportar la presión de intendentes – gobernadores, el Presidente determinó girar, en forma extraordinaria, a las provincias 120 mil millones de pesos. La mitad en conceptos de aportes del tesoro nacional (ATN), la otra como fideicomiso donde las provincias puedan acceder a créditos con una tasa de interés de alrededor del 26 por ciento. Se repartiría entre los distritos teniendo en cuenta los índices de coparticipación. (Para Entre Ríos 4,7 por ciento) – En total podríamos acceder a una suma de 5.640 millones de pesos, mitad aporte, mitad crédito.
Esta semana ya vendrá un anticipo (más o menos 750 millones de pesos). Alcanzará para terminar de pagar sueldos, y ayudar a algunos pocos municipios.
¿Para cuanto alcanza los 5.640 millones de pesos? Solo para completar el pago del mes abril de salarios más jubilaciones. Este es el PLAN A. Llegamos a fin de la cuarentena, al menos en el Estado, pagando salarios y con ayudas alimentarias.
¿Existe un PLAN B? No se vislumbra. Para reactivar la economía debemos mirar el sector privado. PYMES, cuentapropistas, profesionales, no han tenido ninguna atención para solucionar la crisis, ni desde el sector financiero como tampoco desde el gobierno. Podremos morigerar el impacto social a partir de asistencia de bolsones, pero es cortoplacista. Las empresas necesitan urgentes medidas de ayuda, y el Estado parece estar ausente.
El sector público –al menos el provincial– tampoco parece tenerlo. El 10 de mayo, en un mes, estaremos en el mismo plano que el actual. ¿Vendrán otros 120 mil millones de pesos para las provincias, ya no para dos meses, sino solo para uno? Este camino es inviable, puesto se está financiando con mayor emisión.
La misma energía con que nos preparamos para esta enfermedad debemos ponerla en resolver estos problemas estructurales. No se plantea, como sostienen algunos, con “correr a las autoridades con la economía”. Por el contrario, es planificar–proyectar y, con sinceridad, plantear lo que viene a la sociedad. Seguro, todos perderemos, y será muy difícil de sobrellevar.
Entre Ríos y muchos municipios, sin pandemia, venían mal. Ya en terapia estamos obligados a diagnosticar con precisión y tomar resoluciones. Un GABINETE DE CRISIS con apertura y fuerte participación de actores sociales y económicos, indefectiblemente, debe ser el primer paso. Solo así se alcanzará el necesario plafón político para sostener las duras medidas que deberán adoptarse.