Es que, según el informe difundido este martes desde la Dirección de Epidemiología del Ministerio de Salud de la provincia, en nuestra provincia existen siete localidades con circulación comunitaria sostenida de Covid-19: Paraná, Concepción del Uruguay, Colón, Concordia, Gualeguaychú, San José y Villaguay. A lo que se suma la circunstancia que, según el mencionado informe, con transmisión local con predominio de conglomerados y casos confirmados de posible transmisión comunitaria, están las localidades de Villa Libertador San Martín, Federal, Urdinarrain, Larroque, Villa Paranacito, Gualeguay y Villa Elisa.
En fuentes cercanas al ámbito sanitario colonense la explicación que se da, referida a esa mal venida notoriedad, es que tanto en Colón como en San José “se mide bien” a los casos de contagios, cosa que no ocurriría en otros lares. Una explicación que se presenta como razonable, pero que en realidad es poco convincente. Es por eso que, antes de lo que se supone es la llegada de la “segunda ola” del virus, se debería, no solo en el caso de las autoridades de las ciudades de ese Departamento sino de toda la provincia, hallar una explicación a ese tipo de situaciones extremas, ya que si no se establecen sus causas resulta imposible encontrarles las respuestas que permitan neutralizarlas.
Cabría señalar que la situación expuesta es consecuencia del azar, pero con la frontera cerrada con nuestro país vecino, y esas ciudades poco menos – o sin el “menos”- que “amuralladas” dentro del marco de esta especial situación sanitaria, una suposición de este tipo debe también descartarse.
Frente a lo expuesto debe destacarse que nada de lo hasta aquí dicho debe entenderse como un cuestionamiento a las autoridades locales de cada una de ellas, a las que, si algo puede achacárseles no es precisamente falta de celo en el cumplimiento de las medidas adoptadas. Pero, evidentemente, “algo falló”, y la pregunta, que no pasa de ser tal, ya que no se trata de una acusación encubierta, es si todos los vecinos adecuaron su comportamiento a las fórmulas recomendadas desde las esferas sanitarias.
Aunque, de no ser ese el caso, no estaría demás insistir, profundizándolas con una campaña al respecto. Acción en la que no puede menos que resaltarse la importancia de la colaboración de los docentes, ya que a ellos les toca actuar de una manera que sirva para que en esta ocasión los escolares sean quienes ayuden a sus padres en el aprendizaje de las reglas a cumplir, así como extender ese mismo rol respecto a los otros adultos del grupo familiar.