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Dibu Martínez, en la portada del diario Río Negro
Dibu Martínez, en la portada del diario Río Negro
Dibu Martínez, en la portada del diario Río Negro
“Emiliano Martínez, Dibu, está llorando. Semanas atrás, no lo conocía casi nadie en nuestro medio. Hoy, ahora mismo, envuelto en la efervescencia de los tres penales atajados, se convierte en el líder del sentimiento. Llama a sus compañeros, a Leo Messi, a todos, como si se tratase de un símbolo del seleccionado. Acaba de ponerse los guantes del arco más grande del país y no le tiene miedo a nada, a nadie”, describe Ariel Ruya, para La Nación.

Invita a sus colegas a cantar, bailar, saltar, a cantar contra los periodistas, a gritar por el equipo. “¡Hay que alentar la selección, oh, oh, oh...”!, es el canto de sirenas, todos juntos, abrazados. Lo miran a él, justamente a él, que no jugó ni sun minuto en nuestro medio y que hoy tiene las manos más grandes de América.

De pronto, llora. “Dejé mi casa hace mucho tiempo... No tengo palabras, pero son lágrimas de alegría. Llevamos 40 días sin ver a nadie, encerrados, somos los únicos que respetaron la burbuja. No vimos a nadie. Esto es para todos, los que limpian, los cocineros, los dirigentes. Es un trabajo de 70 personas, todos vinimos por un sueño. Hoy me tocó a mí ser el glorioso...”, cuenta el arquero, de 28 años, trayectoria casi íntegra en la Premier League y destacada última temporada en Aston Villa.

“Qué mejor que jugar contra Brasil en la final… Brasil es un equipazo, pero nosotros tenemos a un gran entrenador y al mejor del mundo”, advierte, luego de mostrar que la camiseta celeste y blanca no le pesa, y de contener los disparos de Davinson Sánchez, Yerry Mina y Edwin Cardona (otra vez falló un penal, luego de la polémica definición en el superclásico por la Copa de la Liga Profesional). Antes, durante, habla, gesticula, se acerca a los pateadores. Con Mina, con Miguel Borja (que luego le grita el tanto casi en su cara). Juega al límite Dibu.

“¿Estás cag...?”

“¡Mirá que te como, eh!”.

“Te conozco, tirame a la cara”

“¡Mirame, mirame!”


El juego de palabras inclinó la balanza de su lado, apoyada en sus vuelos de guerrero. Tiene un estilo diferente al de Sergio Goycochea, juega con el morbo. Pero es un especialista. “Mi hermano siempre atajó los penales, yo le dije que íbamos a ganar por penales”, contó Alejandro, su hermano, en una charla con TyC Sports. Su historia es conocida... aunque no tanto.

Nacido en Mar del Plata, Dibu, apodado así por Pepé Santoro, realizó las inferiores en Independiente, pero no actuó en la máxima categoría. Tuvo participación en el Sudamericano Sub 17 de 2009, que salió subcampeón y pasó a Arsenal, en el que se formó como jugador y persona. No se asentó en el popular equipo de Londres, recorrió Gran Bretaña, hasta que desde la temporada pasada es una referencia del ascendente Aston Villa, que pagó 22 millones de libras, todo un suceso.

“Estoy contento no solo por los penales, porque transmite seguridad. Se apoya con sus compañeros del arco, eso es valioso”, asume el DT. Posiblemente, Lionel Scaloni no sea un entrenador de excelencia, suele equivocarse en los planteos y realiza los cambios demasiado tarde. Pero tiene un ojo clínico para las figuras del equipo nacional, que meses atrás eran auténticos desconocidos. En una entrevista con LA NACION hace un mes y medio, se le preguntó al DT si Martínez estaba en igualdad de condiciones con Franco Armani para ser titular, y respondió: “Citamos a los arqueros por su continuidad, por su rendimiento. Para nosotros es fundamental que estén jugando”

“No es el mismo Martínez el de hace dos años que el de ahora. Aventurarse a decir quién va a atajar no corresponde, pero estamos muy contentos con todos, incluso con Agustín Marchesín, que ha hecho una temporada enorme en Porto, y con Juan Musso, que en el mercado de pases del verano va a tener novedades con un cambio de club. Quién va a atajar, no puedo decirlo. Con nosotros siempre atajó Franco, pero cuando empiecen las prácticas veremos cómo está la situación”. Finalmente, con el contexto de Covid-19 del arquero de River, empezó atajando Martínez por las eliminatorias y también en la Copa América. Y sus actuaciones lo mantuvieron en el arco.

Tiene personalidad y muestra seguridad ante sus compañeros, el cuerpo técnico, rivales e hinchas argentinos. Martínez da confianza. Sale bien los centros, vuela como un pájaro. Es fuerte en el mano a mano. También es sobrio y juega simple. Y a la hora de las salidas desde el fondo no se complica: suele jugar largo y hacia una de las bandas para los laterales o corto para un central. A los pases intermedios y hacia el medio, ésos que pueden traer algún riesgo innecesario, trata de evitarlos.

Tuvo un hijo hace cuatro días y aún no conoció a su hija, a la que escucha llorar sobre la imagen del celular. Toca la pantalla; le brota una lágrima, que por ahora contiene: cada vez falta menos. Ahora, después de la batalla, se quiebra: los penales son una hermosa excusa. Se convirtió en héroe...
Fuente: La Nación - Ariel Ruya

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