José Colombatto comenzó cargando contra la clase política en general, pidiéndole empatía y recordándole que “un cargo debe ser un servicio público circunstancial y no un conchabo de por vida”. En ese contexto, recordó que semanas atrás la entidad convocó a precandidatos a la gobernación: “Todos esgrimieron discursos floridos sobre la importancia del campo. El tema es que los mantengan en los hechos cuando lleguen al gobierno. Estamos podridos de escuchar sobre el papel del sector en la provincia, pero nos siguen ninguneando y reventando con impuestos”. Centrándose en la gestión de Bordet, el dirigente agropecuario planteó: “No podemos volver a pasar ocho años sin importarle al gobernador. No podemos depender de alguien que consulta al Instituto Patria para tomar una decisión. Hablan de provincia saneada y eso nos da risa y enseguida pasamos a la bronca. Dejen de mentir. Van a pasar a la historia por ser un gobierno que solo pagaba los sueldos a término. O por tener rutas similares a las de Ucrania luego de los bombardeos, repletas de cráteres. Eso es lo que nos dejan a los entrerrianos”.
Asimismo, lamentó que se haya perdido una “oportunidad histórica” para levantar la provincia: “Nuestros principales reclamos siguen sin solución: ley de fitosanitarios, tarifa eléctrica, caminos, presión impositiva. Y, para colmo, hoy dejan la provincia de Argentina más cara para producir. El productor entrerriano es que más tributa en el país. Desde el cinismo hablan de la importancia del campo, pero no le sacan el pie de la cabeza”.
Para el titular de FARER, un ejemplo de esa “desidia” y de “mentiras recurrentes” es el tema de los caminos: “Sabemos que están destruidos porque Vialidad es una maquinaria gigantesca de inoperancia. Pero el gobierno, para sacarse el lazo, propone la conformación de consorcios y sale a los medios hablando de proyectos de ley, pero tampoco paga las obras. Hay consorcios que llevan siete meses esperando. Algunas veces han tenido que esperar hasta un año y medio. No hacen y no dejan hacer. Esa es la única verdad”.
Por último, Colombatto reclamó un rumbo: “Hoy no lo tenemos. Hoy gana la improvisación como los dólares soja o los intentos de mayor impuesto a la tierra. Y como en una casa, debemos empezar por los cimientos y para ello hace falta autocrítica, achicar un Estado elefante y una reducción de los gastos de la política. Si gana fulanito o menganito y no hace mea culpa, tendremos la misma casa, pero de otro color. Debemos exigir ir tras un horizonte como provincia y como país desprovisto de especulaciones y miserias. Tan simple como eso. Y tan difícil a la vez”.
