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Cresto habló de todo (foto de archivo).
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Desde el 10 diciembre Enrique Cresto no da declaraciones a la prensa. Una vez que asumió su banca en la Cámara de Diputados, al poco tiempo, debió tomar licencia por cuestiones de salud. Lo hizo sin goce de haberes. En una extensa entrevista concedida a Federico Malvasio, para el sitio “Página Política”, el exintendente de Concordia dejó definiciones jugosas. En la sede de La Delfina, en Paraná, con un celular a punto de caerse de un trípode de plástico y rodeado de simbología peronista, el concordiense recibió a este medio para hablar durante una hora.
Frigerio y la oposición actual
-¿Cómo estás viendo el gobierno provincial?
-Veo al gobernador (Rogelio) Frigerio aliarse con el gobierno nacional en un contexto particular. Entre Ríos no es una provincia que tenga soberanía económica, si bien tiene más soberanía que la que recibimos nosotros en el 2003, donde la deuda era dos veces el presupuesto de la provincia. Pero bueno, nosotros también hemos fracasado en eso.

-¿Cómo experimentás el rol de opositor, ya que por edad, es la primera vez que estás ante un gobierno no peronista en carácter de dirigente? ¿Se está en una posición correcta?
-Hay que cambiar el paradigma, porque cambió en el país con el triunfo de Javier Milei. Por otro lado, ese peronismo fundacional no tiene nada que ver con el que representamos hoy. Lo mismo le sucede al radicalismo. El de hoy no tiene nada que ver con el de Yrigoyen. Con el radicalismo tenemos banderas que recuperar. En la votación por la fórmula previsional en Diputados de la Nación se vio que tenemos claramente cosas en común.

-¿Cómo se administra el peronismo de la oposición y el peronismo de la gestión, plasmado en las intendencias, donde se convive con urgencias diarias?
-Yo fui intendente y legislador. Soy partidario de que hay que darle las herramientas al gobierno, por ejemplo las emergencias, sobre todo en esta situación de crisis. Lo peor que nos puede pasar es que la Legislatura tenga la culpa de haberle vetado las herramientas a un gobierno. Hoy, 5 de junio, es el aniversario del Banco de Entre Ríos. Se fundó en 1933. Entre Ríos fue pionera en apicultura, en política forestal, cadena avícola; y el banco fue la palanca del desarrollo. Bueno, ese banco se privatizó. Fue la primera pelea que tuve, con 27 años, con Enrique Ezquenazi cuando no le quería votar como diputado a (Jorge) Busti la entrega del agente financiero en donde había que pagarle un canon millonario, encima para que maneje la plata de la provincia, cuando en Santa Fe el banco le daba créditos subsidiarios a los tamberos. Yo creo que la pelea es contra un sistema que tiene que ver con el juego, con la energía, con el Iosper, con la misma Legislatura. Creo que hay que patear el tablero.

-¿Por qué no se dieron estos debates en estos 20 años, en donde el peronismo tenía mayorías?
-Si Frigerio quiere marcar la diferencia como gobernador tiene que cambiar este sistema.
La sala de juego en la periferia de Concordia
-¿Y por qué no lo hizo el peronismo?
-Bueno, por algo perdimos las elecciones. Cuando estaba de intendente llegó un permiso para abrir un casino en el barrio más popular de Concordia. Una tragamoneda. El año pasado. El concesionario no tiene nada que ver, sino quien lo autoriza. No sé quién firmó en el Iafas. El juego tiene que ser para el turismo, no para esquilmar el sueldo a los más necesitados. Cuando asumió el intendente (Francisco) Azcué le dije: este casino mi gestión lo clausuró. Se han hecho transformaciones con el peronismo, como el Consejo de la Magistratura o la reglamentación de institutos de la Constitución, sobre todo en el gobierno de Bordet, pero no hemos sabido patear el tablero y terminar con el statu quo. -Hablás de sistema y statu quo. ¿Quiénes son los actores de ese sistema?
-A mí me tocó llegar a la Intendencia de Concordia y había 9 mutuales que les sacaban el sueldo completo a trabajadores municipales. Bueno, con un solo decreto terminamos con todos los códigos de descuento. Eso tiene un costo. Lo mismo pasó con los concursos para ingresar a la gestión. Había una ordenanza no escrita que implicaba que a la Municipalidad tenían que entrar los hijos de los municipales. Fue una conquista, como las de los ferroviarios, pero en su momento. Había que aggiornarse.
Otro ejemplo: estaba tercerizado el sistema de multas en donde, a plata de hoy, te cobraban una multa 50 mil pesos y para el municipio quedaban 5 mil. Esto también lo tiré para atrás. Había no sé cuántos edificios hechos por excepción, bueno, convoqué a las organizaciones intermedias para redactar un código urbano. Esto genera un costo, porque tocás a actores interesados. Lo mismo con el carnaval, que estaba privatizado. Hicimos una gestión donde rompimos muchas cosas y eso tiene costos, aunque la gente después lo celebra.

-¿Por qué entonces el peronismo perdió Concordia?
-Porque el peronismo es un movimiento verticalista en el que, en este caso, se le rinde mucha pleitesía al que tiene la birome, el gobernador, que es el responsable de la derrota. Yo creo que él lo sabe. Fijate que en los últimos 20 años ganamos con el peronismo dividido y la oposición unida, y en 2023 perdimos con el peronismo unido y la oposición dividida. Increíble.

-¿Cómo se reconstruye el peronismo en este escenario, de opositor, y ante el sistema que vos describís?
-Yo creo que con acuerdos. Lo más parecido al peronismo es el radicalismo. Hablo en términos históricos, humanistas, con preocupación por la pobreza y la desocupación.
La fórmula que pudo ser con Azcué
-¿En Concordia se puede?
-En Concordia ganó Francisco, una persona reconocida por la música, abogado, fue fiscal y presidente de la Juventud Radical. Ganó con votos del peronismo por el discurso que tuvo. No era antiperonista, no se paró en la grieta, hablaba con peronistas. Bueno, juntó todo eso. Nosotros veníamos de años sin juntarnos, tener un congreso partidario. Ojo, yo también me hago cargo de esta situación. -¿Cómo es la relación con Azcué?
-Lo conozco de antes. Hay una cuestión generacional, aunque yo tenga 10 años más. Siempre hablábamos de esa idea peronismo – radicalismo. De hecho, en 2019 estuvo la idea de hacer una fórmula, pero no se dio y él ingresó a la Justicia como fiscal y, cuando volvió a la política, ya lo hace en el proyecto de Frigerio.

-¿Esa idea de armar una fórmula, qué correlato tiene hoy? ¿Hay algo nuevo?
-Él quería también hacer una fórmula radicalismo – peronismo, pero las aguas estaban divididas. Pero bueno, hoy hay un ida y vuelta y vamos a trabajar en conjunto, porque Concordia es una ciudad que necesita. Mi abuelo fue gobernador por el peronismo, pero mi bisabuelo viene del radicalismo. Hay causas comunes que abrazar.

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El diputado habló de las coincidencias que tiene con radical que lo sucedió en Concordia. Agrandar imagen
El diputado habló de las coincidencias que tiene con radical que lo sucedió en Concordia.
-¿Te imaginás una propuesta electoral conjunta?
-No me preocupa tanto lo electoral. Estoy pensando en la sociedad, en lo que quiere la sociedad, que no es que el peronismo esté poniendo palos en la rueda. El peronismo debe cumplir su rol opositor, como lo estamos haciendo desde nuestro sector.
"¿A Kueider hay que matarlo y Bordet no tiene nada que ver?"
-¿Cómo viste el caso de Edgardo Kueider y su firma en disidencia? ¿Qué hubiese hecho como senador nacional? Te lo pregunto porque en el comunicado del bloque no había firmas.
-Laura (Stratta), con mucho respeto cada vez que se redacta un comunicado, lo pone a consideración si alguien quiere agregar algo. Le escribí por privado diciéndole que no estaba de acuerdo. ¿Por qué? Porque no se mide con la misma vara. ¿A Kueider hay que matarlo y Bordet no tiene absolutamente nada que ver en esta historia? A mi hermana, (Mayda), hasta el día de hoy, le recriminan lo que le mandó a votar Bordet.

-¿Reforma previsional?
-Mayda desde el momento que Bordet la eligió como diputada le dijo: Gobernador, yo voy a votar las leyes que usted necesite.

-¿Bueno, pero acá no hay un gobernador que pida?
-Claro, lo cierto es que Bordet necesitaba plata para la Caja de Jubilaciones y le mandó a votar el paquete de leyes y el partido no hizo nada. No es que banque a Kueider, lo que digo es que se vea la película completa. No sé si alguien le preguntó a Kueider por la estrategia o le planteó una. Lo que sí sé es que cuando Kueider asume como senador y yo en el Enohsa decidimos juntarnos con Bordet para ver qué necesitaba para Entre Ríos, en qué podíamos trabajar, y Bordet dijo que iba por Salto Grande.

-¿Qué hubieses hecho vos?
-No lo veo a Kueider votando la Ley Bases, salvo que haya una política pública que le cambie la matriz económica a la provincia. La mayoría de los senadores nacionales de todas las provincias han votado en contra de los intereses de sus provincias, sino cómo se explica que el peronismo haya manejado el Senado desde el advenimiento de la democracia y tenemos el país más centralista de la historia con asimetrías enormes donde la plata está en torno al puerto de Buenos Aires y donde la luz y el gas vale cuatro veces menos, cuando se producen en el interior. Evidentemente no existe el peronismo, el kirchnerismo, el radicalismo en estas cuestiones. Nada. Allá se ponen de acuerdo y listo.

-¿Cómo ves el peronismo para el año que viene, que es electoral? ¿Ves nombres cantados que van a estar en la boleta?
-Primero el peronismo tiene que abrir el partido y plantearse una estrategia. Tiene que ir de forma genuina.

-¿Cómo sería eso?
-Hacer autocrítica. ¿Vamos a dejar las cosas como están? ¿Una provincia con 100 mil empleados públicos? ¿O un IAPV que entregue la plata para las viviendas y el adjudicatario elija entre cuatro o cinco modelos de casas? ¿Puede haber casinos en los barrios pobres? La ludopatía es un problema enorme. En Concordia lo vemos, no ves en la puerta (de las salas de juego) grandes autos, ves la motito, la bicicleta. A estas cosas nunca le pusimos el cascabel al gato. Tenemos que ser realistas.
Fuente: Federico Malvasio para Página Política.

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