Pero ahí no termina la cosa. El acta de cierre está en blanco, como también se aprecia en la imagen. En la urna se encontró una nota breve, a modo de acta complementaria, firmada por la presidenta de mesa, en la que admite que “se presenta confusión al momento de realizar el recuento de votos y se aclara en el certificado de escrutinio de mesa”. Yendo a las actas propiamente dichas de la mesa 2770, los números resultan cuanto menos confusos. Por caso, en las categorías nacionales, la planilla muestra tachones en la sumatoria final de votos, en la parte inferior, y, especialmente, en el conteo de los sufragios en blanco. En cuanto al acta para contar los sufragios de autoridades provinciales y municipales, a simple vista parece más prolija, pero si se suman los votos de la categoría intendente, el resultado (258) no coincide con la cantidad de votantes denunciada en la parte superior de la planilla y también al pie: 254. Además, hay otro detalle relevante: no está firmada por los fiscales. Desde el sector que encabeza Armando Gay están convencidos que los números reflejados no son fidedignos y sostienen que la mesa debe ser anulada, ya que no fue posible contralor alguno, como lo denuncian los fiscales, incluida la que representó a Ángel Giano.
Argumentan además que en ninguna mesa de esa escuela Gay obtuvo una cifra tan minúscula de votos como los 4 que aparecen en la cuestionada documentación, que el Juez Leandro Ríos deberá evaluar y resolver si se valida o no. Lo otro que resulta inverosímil son los 77 votos en blanco para la categoría de intendente, que en la Mesa 2770 resultó ampliamente más numeroso que los votos positivos.
En caso de anularse la mesa, el más perjudicado sería Giano porque se le restarían los 44 votos que figuran, mientras que a Gay sólo se le quitarían 4.