Después de una exhaustiva revisión, se determinó que la amenaza era una falsa alarma. No se encontraron artefactos explosivos ni ningún riesgo para la comunidad educativa.
Las autoridades del colegio agradecieron la rápida respuesta de los equipos de emergencia e instaron a la comunidad a mantener la calma y a no difundir rumores. Se continuará monitoreando la situación y se proporcionarán actualizaciones según sea necesario.