"Es un vecino de María Grande, un hombre de más 50 años. Ha trabajado toda su vida, es humilde y de bajo perfil", confió Esteban Abelardo Moya, agenciero que vendió el Quini Ganador. "Él no lo podía creer", aseguró. De acuerdo a lo que comentó, "estará en él si quiere divulgar su identidad".
En el mismo sentido, el agenciero le deseó al apostador "que disfrute del premio y que todo salga bien".
Consultado a Moya por las repercusiones que tuvo la premiación, comentó: "Vender un premio de estas características, sin duda que promociona a la agencia. Todos estos días no he parado: estoy comiendo en casa y me mandan mensajes con una jugada, así que vengo a la agencia y se las hago".
"Agradecido a Dios, y bienvenido sea el premio", cerró.