Los Pumas lo hicieron otra vez. Les ganaron a los All Blacks, todopoderosos como siempre, y dieron el golpe el inicio de la edición 2024 del Rugby Championship. La victoria de este sábado en Wellington es la tercera sobre Nueva Zelanda. Hace ruido, aunque también se hace costumbre luego del triunfo fundacional de 2020 y la secuela de 2022. Pero, como dijo Pablo Matera, otra vez capitán argentino por la ausencia de Julián Montoya, el 38-30 en Wellington "ya no es histórico porque el equipo se vuelve cada vez más ambicioso".
Y eso quedó plasmado en el el Sky Stadium de la capital neozelandesa. Allí, el equipo de Felipe Contepomi, en su cuarta función como entrenador principal, le jugó de igual a igual a los hombres de negro y, una vez que corrigió las inconductas que derivaron en diez penales en la primera mitad, construyó un triunfo súper merecido, apoyado en una defensa fuerte y en el oportunismo para golpear en los momentos justos en una segunda mitad para enmarcar.
La primera jugada del partido entregó una señal clara. Argentina salió con todo a acorralar a los All Blacks. No tuvo su recompensa el equipo argentino, pero esos segundos iniciales se vio un equipo comprometido a la hora de marcar y de atacar, sin temores, a los subcampeones del mundo. Estaban ultraconcentrados.
Sin embargo, esa ambición de jugarle de igual a igual a Nueva Zelanda terminó siendo contraproducente. Producto de la ansiedad por llegar primero, con algunos jugadores pasados de revoluciones, Argentina empezó a cometer infracciones que terminaban en penales para los All Blacks. Y fue así como el dueño de casa empezó a sumar y a escaparse en el marcador con la puntería de Damian McKenzie en los penales y con un try que llegó luego de un error de manejo en ataque y que culminó con Sam Darry zambulléndose con toda su humanidad en el ingoal argentino.
Se escapaban los All Blacks y parecían encaminarse hacia una nueva victoria -la vigésima en enfrentamientos por el Rugby Championship-. Pero en el mejor momento del dueño de casa, Franco Molina robó una pelota, la jugó para Santiago Chocobares, quien hizo un quiebre y se la sirvió a Lucio Cinti. El centro corrió y apoyó su primer try con la camiseta albiceleste. El marcador estaba 10-5 a favor del dueño de casa.
No tuvieron paz los argentinos porque los locales reaccionaron rápido y volvieron a estirar la ventaja con el try de Anton Lienert-Brown. Los Pumas seguían regalando infracciones y les costaba muy caro.
Sin embargo, sobre el final de la primera mitad, Mateo Carreras encontró una pelota suelta tras una salida, se escapó a toda velocidad y, tras dejar parado McKenzie con amago, llegó debajo de los palos. Un hermoso try del tucumano. El acierto de Santiago Carreras en la conversión y con un penal previo dejaron la chapa 20-15 en el descanso. Más allá del resultado adverso, el balance era positivo. Había que corregir esos detalles. El partido estaba ahí, al alcance de la mano.
Y eso sucedió en la segunda parte en el Sky Stadium. Porque Argentina no sólo corrigió la cuestión disciplinaria. También maniató a los All Blacks y supo pegar en los momentos justos para primero remontar y más tarde rematar el partido.
Apenas iniciado el complemento, Matera pescó una pelota y forzó un penal que desembocó en un penal a metros del ingoal local. Franco Molina, a pura potencia, atropelló y llegó a su primer try con la casaca Puma. Por primera vez en la noche neozelandesa Argentina estaba arriba en el marcador (22-20).
La chapa se movió con un penal acertado por bando. El equipo de Contepomi dominaba, pero Mark Tele’a apareció para cortar con la dulzura y romper la defensa de la visita. El dueño de casa volvía a tener el control del partido (30-25) con ese try convertido por McKenzie.
No dieron el brazo a torcer los argentinos. Carreras achicó distancias con un penal y el centenario Agustín Creevy, en su regreso a Los Pumas luego de interrumpir unas vacaciones, se dio el gusto de llegar al ingoal tras una cesión del debutante Efraín Elías y luego de una gran maniobra defensiva en territorio neozelandés. Con el try del histórico hooker, los argentinos volvieron a ponerse al frente y empezaron a encaminarse hacia la victoria.
Sobre el final, Tomás Albornoz intentó un drop que se fue apenas desviado, pero el árbitro ya había marcado un penal y Santiago Carreras volvió a sumar de a tres para sentenciar el 38-30.
La tercera victoria de Los Pumas sobre los All Blacks
Fue la tercera victoria de la historia para Los Pumas ante los All Blacks. La primera fue en el Tres Naciones 2020, en plena pandemia. Fue 25-15 en Parramatta por 25-15, con Nicolás Sánchez que anotó todos los puntos para el equipo que dirigía Mario Ledesma.La segunda gran sonrisa fue en el Rugby Championship 2022. Entonces, con Michael Cheika como head coach, Argentina se impuso 25-18 en Christchurch. Emiliano Boffelli marcó 20 tantos y Juan Martín González apoyó un try.
Este 10 de agosto llegó la tercera. Fue, además, la primera derrota de Nueva Zelanda con Scott Robertson con entrenador. El sábado 17, en Auckland, volverán a verse las caras. ¿Habrá doblete histórico? Si juegan como este sábado el sueño es posible. Igual, ahora es tiempo de festejar. En el otro partido de la jornada inicial, Sudáfrica le ganó por 33-7 a Australia en Brisbane. El campeón del mundo lució implacable y se llevó una victoria con bonus.
Los Pumas formaron con: 1- Thomas Gallo, 2- Ignacio Ruiz, 3- Eduardo Bello, 4- Franco Molina, 5- Pedro Rubiolo, 6- Pablo Matera (C), 7- Marcos Kremer, 8- Juan Martín González, 9- Gonzalo Bertranou, 10- Santiago Carreras, 11- Mateo Carreras, 12- Santiago Chocobares, 13- Lucio Cinti, 14- Matías Moroni, 15- Juan Cruz Mallía.
Suplentes: 16- Agustín Creevy, 17- Mayco Vivas, 18- Joel Sclavi, 19- Tomás Lavanini, 20- Efraín Elías, 21- Joaquín Oviedo, 22- Lautaro Bazán Vélez, 23- Tomás Albornoz.
Entrenador: Felipe Contepomi.
Cambios: 47' Joel Sclavi por Eduardo Bello y Efraín Elías por Franco Molina, 63' Agustín Creevy por Ignacio Ruiz, Tomás Lavanini por Pedro Rubiolo y Mayco Vivas por Thomas Gallo, 64' Tomás Albornoz por Lucio Cinti, 67' Joaquín Oviedo por Juan Martín González.