Por Roque Guillermo Benedetto
Contador Público
Abogado
Desde mi época de estudiante universitario, el ciudadano concordiense se entera y solamente a través de los informes semestrales del INDEC de que nuestra ciudad es una de las más pobres del país y acepta esos datos como una verdad revelada con la fuerza de un dogma religioso. Solamente inéditos trabajos de investigación, hoy discontinuados, desarrollados por los docentes investigadores de la UNER, el Contador Rogelio BIASIZO y la Licenciada Magdalena RETA DE URQUIZA, aportaron algo de luz a esta problemática.
Sin embargo, y más allá de esas estadísticas oficiales, de difícil y compleja lectura y de eventuales actividades científicas, surge una pregunta fundamental: ¿el ciudadano común conoce realmente la situación económica de Concordia en términos concretos y actuales?, y, de existir esos datos, ¿por qué no están disponibles en alguna web del Municipio?
El acceso a los datos: una tarea pendiente
Para la mayoría de los ciudadanos, las estadísticas económicas de Concordia están disponibles principalmente a través de dos fuentes: los informes oficiales del INDEC y las publicaciones de medios nacionales como Clarín, La Nación o Perfil. Aunque los medios locales replican partes de prensa elaborados por el mismo municipio informando acerca de innumerables reuniones entre funcionarios y representantes de varios sectores económicos abordando estas problemáticas, rara vez estas actividades se traducen en datos claros y accesibles para la comunidad, al efecto de que pueda evaluar el destino de la ciudad, sin importar que fuerza política gobierne.Mitos que podrían derribarse con datos
La organización, comparabilidad y accesibilidad de información estructurada permitirían reelaborar viejas creencias populares, que se repiten año tras año; sin contar con una base científica:• “Concordia es la segunda ciudad más pobre del país”. ¿Qué dicen los indicadores sobre vivienda, patentamiento de autos y distribución del ingreso? ¿En qué ranking provincial y nacional se encuentra Concordia en cuanto a la contribución que hace al erario provincial y nacional?
• “En Concordia hay demasiados empleados públicos”. ¿Alguien sabe cuántos hay? ¿Cómo se compara el empleo estatal con otras localidades similares?
• “En Concordia hay de todo menos concordienses”. ¿Qué de cierto hay en la inmigración desde otras provincias, cuidades y países hacia nuestra ciudad? ¿Le sacan empleo a los concordienses?
• “En Concordia hay muchos pobres porque nadie quiere trabajar”. ¿Qué dice el INDEC de esta afirmación? ¿Cómo es la distribución del ingreso en nuestra ciudad?
• “Las mujeres se embarazan para acceder a planes sociales”. ¿Qué revelan los datos concretos sobre esta afirmación? ¿Qué dicen los índices de natalidad de nuestra ciudad?
El pasado como espejo: ¿Dónde estamos ahora?
En 2.004, un artículo del diario Clarín -link https://www.clarin.com/ediciones-anteriores/desocupacion-miseria-concordia-ciudad-pobre-argentina_0_rJ0-uFiJCYe.html- reveló que Concordia lideraba los índices de pobreza e indigencia a nivel nacional, con un 71,6% de la población en situación de pobreza y un impactante 39% en la indigencia. Además, Concordia enfrentaba la mayor tasa de desocupación del país, el ingreso per cápita más bajo y una marcada desigualdad entre ricos y pobres. Estas cifras representaban más que estadísticas: eran un llamado de atención sobre una crisis social y económica profundamente arraigada.Hoy, casi dos décadas después, resulta urgente preguntar: ¿Cómo han evolucionado esas alarmantes cifras en Concordia ? ¿Se conocen qué condiciones generaron estos cambios o solo fueron producto de la casualidad?, y, fundamentalmente, ¿qué acciones implementó el Municipio para generar las condiciones propicias para combatir estos flagelos?
La falta de datos actualizados, confiables y accesibles, no debe ser una barrera, sino una motivación para implementar mecanismos que permitan evaluar avances y ajustar políticas públicas de manera efectiva.
Decisiones sin datos: el riesgo del desconocimiento
La falta de información organizada y comparativa con base científica, torna muy dificultosa y compleja la tarea de responder a algunas preguntas esenciales y básicas que servirán para la actualidad de Concordia y fundamentalmente; para poder proyectar su desarrollo. Se imaginan poder acceder a datos que aporten claridad sobre:• ¿Cómo ha evolucionado la pobreza, indigencia y la distribución del ingreso?
• ¿Cuántos empleos (formales e informales) hay en la ciudad?
• ¿Cuál es el sueldo promedio de los trabajadores en Concordia?
• ¿Cuántos desempleados hay actualmente en la ciudad?
• ¿Cuántos planes sociales están activos y cuál es su impacto?
• ¿Qué porcentaje de la población tiene acceso a servicios básicos como salud, educación, servicios sanitarios y cloacas?
• ¿Cuáles son los sectores económicos más dinámicos y que generan más empleo y riqueza?
Estos interrogantes son meramente indicativos y pueden ampliarse de acuerdo a las necesidades de respuesta a diferentes fenómenos sociales y sería interesante que se extienda temporalmente y como mínimo a los últimos 20 años.
Estudio de Factores de Desigualdad en el Desarrollo Inclusivo
Incorporar la perspectiva de género es fundamental para analizar desigualdades específicas, como la brecha salarial, el acceso limitado a empleos formales y barreras invisibles, como el "techo de cristal", utilizando datos estadísticos que permitan cuantificar su impacto en las mujeres. De manera paralela, resulta indispensable examinar, mediante indicadores precisos, las desigualdades estructurales que enfrentan otras minorías, tales como la representación sectorial, el acceso desigual a recursos económicos y las limitaciones en la participación en espacios de decisión. Este enfoque basado en evidencia estadística proporciona un marco sólido para el diseño de políticas públicas orientadas a reducir inequidades estructurales y promover un desarrollo inclusivo medible.Concordia al alcance de un clic: Datos que transforman sin romper el presupuesto
El costo de implementar un proyecto nuevo suele ser un argumento de la sociedad contra nuevas estructuras gubernamentales y que sienten que es la oportunidad que tiene el poder político de incorporar a amigos y militantes sin formación alguna. Sin embargo, la creación de un OBSERVATORIO DE ESTADÍSTICAS ECONÓMICAS MUNICIPALES no implicaría un gasto significativo, pues se podrían aprovechar las bases de datos existentes a nivel nacional, provincial y municipal, además del trabajo de estudiantes universitarios avanzados coordinados por funcionarios y empleados locales.Además de utilizar la valiosa información obrante en los archivos de datos municipales, sería clave formalizar convenios específicos de intercambio de información (hay algunos convenios marcos muy generales firmados) con organismos como ANSES, ATER, ARCA -ex AFIP-DGI-, Migraciones, el Ministerio de Trabajo de la Provincia de Entre Ríos y de la Nación, el Gobierno Provincial y el Gobierno Nacional con sus múltiples Ministerios, Secretarías y entidades autárquicas y las diversas empresas prestadoras de servicios de electricidad, gas, de servicios financieros, etc.
Esto permitiría construir una visión integral y actualizada de las condiciones económicas y sociales de Concordia, aún pendiente de materializarse.
La publicación de los datos: una prioridad clave
El futuro de Concordia depende de su capacidad para mostrar la verdad: datos claros, regulares y accesibles desde un portal oficial. Este observatorio tiene el potencial de ser mucho más que una fuente de información; puede ser el motor que impulse la transparencia y el cambio. ¿Cómo? Permitiendo que cada ciudadano monitoree en tiempo real el pulso económico y social de nuestra ciudad, evaluando qué políticas públicas funcionan y cuáles necesitan un giro urgente.Los datos no solo empoderan a la ciudadanía; también son la clave para atraer a los inversores más visionarios. Una Concordia que exponga su dinamismo económico y sus oportunidades con información tangible se transformará en un imán para el capital y el desarrollo.
Concordia: La urgencia de gobernar con datos para romper el Círculo de Pobreza
En el complicado tablero político de Concordia, seguir esperando decisiones desde los escritorios nacionales o provinciales es una estrategia que nos lleva al mismo destino: estancamiento. Históricamente, las medidas locales han carecido de autonomía, impacto real y, sobre todo, de base científica sólida. “Navegar la política sin datos es como intentar cruzar un océano sin brújula: el fracaso está garantizado” [1]. Hoy, Concordia parece estar en medio de esa travesía, sin dirección ni herramientas efectivas para combatir la pobreza, la desocupación y la indigencia.La realidad de Concordia no es homogénea. Mientras algunos sectores necesitan acceso a alimentos y vivienda, otros claman por formación laboral, inversión económica y desarrollo de infraestructura. Sin embargo, nuestras políticas han tratado a toda la sociedad como un bloque uniforme, aplicando medidas genéricas que no resuelven los problemas reales. “Los políticos iluminados son una reliquia del pasado. La política del presente y el futuro es matemática, sociología y comunicación basada en evidencia” [2]. Es hora de entender que las respuestas mágicas y las intuiciones políticas están tan obsoletas como las promesas vacías.
¿La solución? Convertir cada política pública en un laboratorio de precisión. Diseñar estrategias diferenciadas y someterlas al escrutinio constante de datos, indicadores y análisis crítico. Concordia necesita dejar atrás la improvisación crónica que ha caracterizado muchas de sus decisiones. “En un mundo conectado, no hay espacio para la improvisación en las políticas públicas. Las herramientas digitales y el análisis de datos son indispensables para diseñar estrategias efectivas” [3].
Imaginemos el cambio: en lugar de planes desconectados de la realidad, contar con un mapeo exhaustivo de las necesidades de la ciudad; en lugar de discursos grandilocuentes, implementar acciones medibles con resultados tangibles. La tecnología, el análisis sociológico y la estadística no son lujos, son herramientas indispensables para romper el círculo de pobreza que aprisiona a Concordia.
La pregunta ya no es qué hará el Gobierno nacional o provincial por nosotros, sino qué vamos a hacer desde Concordia para tomar el timón de nuestro destino. La respuesta debe ser audaz: gobernar con datos, ciencia y una visión moderna que transforme la crisis en oportunidad. El futuro de Concordia no puede depender de la intuición; dependerá de nuestra capacidad de construir políticas tan precisas como necesarias.
Es momento de exigir transparencia, participación y compromiso de todos los sectores. Con información precisa y accesible, Concordia puede aspirar a un desarrollo más justo y sostenible. El cambio comienza con datos. ¿Estamos listos para dar el paso?
Referencias: [1]Durán Barba, J. (2011). El arte de ganar. Buenos Aires: Editorial Debate. [2]Durán Barba, J. (2018). La política en el siglo XXI. Madrid: Taurus. [3]Durán Barba, J. (2020). Mujer, sexualidad, internet y política. Barcelona: Ariel.-