Desde 1996, cuando recibieron la habilitación, exportan -ininterrumpidamente- a la Unión Europea y China; llegan en total a 60 países. La demanda china se lleva 60% del total (alas, garras y ‘coditos’, una parte muy pequeña de la pata). Además, venden harina de alas a Vietnam y Chile y harinas de sangre y vísceras al mercado interno para producir alimento de mascotas.
Pablo Marsó, integrante de la generación que conduce la empresa, cuenta que Enrique, el fundador, empezó con una docena de gallinas ponedoras comercializando huevos. “De crisis en crisis fuimos encontrando oportunidades y adaptándonos; en los ‘80 en una de ellas cuando nadie sabía qué hacer con los pollitos bebés se dio lo de alimentarlos y venderlos, por ejemplo”, apunta.
En 1986, la empresa llegó a Buenos Aires y en 1993 construyeron la planta de faena propia. En 1996 recibieron las primeras habilitaciones para exportar a las que siguieron sumando para nuevos destinos; por ejemplo, hace dos años, lograron para Canadá y de Estados Unidos.
Marsó explica que en la relación producción/ exportaciones, la empresa lidera el ranking nacional. Trabajan con 197 productores integrados, quienes les realizan los servicios de engorde: “Crecemos con ellos; con 70 estamos gestionando $822 millones para inversiones en mejoras y ampliaciones”.
Subraya que hace unos cinco años comenzaron con el plan de inversiones. “La venimos remando en dulce de leche -grafica-. Las líneas de inversión que sumamos fue la estratégica para grandes empresas y la de inversión productiva, que son del Fondep y monetiza el BICE”, detalla. Son $577 millones por esa vía; otras líneas de trabajo por $245 millones (48 productores integrados. BERSA, Galicia, Credicoop, Nación, Santander) y $350 millones del Banco Nación.
Las inversiones en marcha incluyen, también, un túnel de frío, balanza multicabezal y repotenciamiento para la planta de San José; producción de vapor por biomasa; granjas reproductoras y para parrilleros (en Villaguay), modernización de los centros de distribución y galpones productores integrados.
En Las Camelias están convencidos del potencial del sector avícola. “La de pollo es la proteína animal más barata que existe; encaramos un negocio de largo plazo hace 86 años y seguimos apostando. Hemos hecho cerdo y ganadería, pero manejamos la dinámica de los pollos. Somos eficaces en el uso de la soja y el maíz como alimento, con 1,6 kilos se produce un kilo de carne de pollo”, describe.
La empresa cuenta con cuatro plantas (Incubación, Alimentos Balanceado, PPA San José, PPA San Justo); 13 centros distribución propios en el país; alojan 1,250 millones de pollos por semana; procesan y distribuyen 6000 toneladas alimento balanceado por semana. En total tienen 2500 proveedores y 3200 clientes.
Asistencia
Las Camelias está entre las empresas a las que la Secretaría de Pymes del Ministerio de Desarrollo Productivo destinó $1663 millones en los últimos dos años para asistencia y financiamiento para exportar a China; en total fueron 184. El apoyo se materializó mediante créditos directos y a través de entidades bancarias, garantías, aportes no reembolsables (ANR), capacitaciones y asistencias técnicas.“Desde el Ministerio de Desarrollo Productivo trabajamos para fortalecer la relación bilateral entre la Argentina y China y aprovechar oportunidades de nichos de mercado en las áreas de consumo masivo, donde productos argentinos de alta calidad y con mayor grado de diferenciación – como vino, lácteos, productos saludables y sustentables, productos de moda, diseño y producción audiovisual, por mencionar algunos ejemplos- encuentran espacio”, asegura el secretario de la Pequeña y Mediana Empresa y los Emprendedores, Guillermo Merediz.