“Fue un día memorable para la historia de nuestra república, un día que quedará grabado en la memoria de cada argentino que anhela un país libre de corrupción y de aquellos que han abusado del poder durante décadas”, dijo desde su banca.
“Para el pueblo argentino que durante años sufrió las mentiras y el saqueo kirchnerista, esta condena es una señal de que finalmente estamos recuperando nuestra dignidad y nuestro derecho a la justicia”.
Para el joven liberal, “esta sentencia representa el fin de la impunidad de una clase política, que en lugar de servir al pueblo solo se sirvió a sí misma”.
Discurso
Ayer fue un día memorable para la historia de nuestra república, un día que quedará grabado en la memoria de cada argentino que anhela un país libre de corrupción y de aquellos que han abusado del poder durante décadas. La Cámara Federal de Casación Penal, en un acto de justicia, condenó a la exvicepresidente Cristina Fernandez de Kirchner a seis años de prisión con inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, quien durante años creyó que el poder y la impunidad eran sinónimos. Esta sentencia nos muestra que ese tiempo ha terminado y que vivimos en un país que comienza a consolidar los principios republicanos, fundamentados en el respeto por la igualdad ante la ley.Para el pueblo argentino que durante años sufrió las mentiras y el saqueo kirchnerista, esta condena es una señal de que finalmente estamos recuperando nuestra dignidad y nuestro derecho a la justicia. En nuestro gobierno nacional, no hay espacio para los privilegios que tanto tiempo ampararon a quienes manipularon las instituciones para beneficio propio. Esta sentencia representa el fin de la impunidad de una clase política, que en lugar de servir al pueblo solo se sirvió a sí misma.
Quiero respaldar y hacer propias las palabras expresadas por el presidente de la república: “Vamos a ponerle el último clavo al cajón del kirchnerismo”, esta –además de ser una frase en sentido figurado- es un compromiso que estamos cumpliendo con cada paso que damos. Hoy, están empezando a enfrentar las consecuencias de sus actos, y a sentir el peso de la justicia. Hoy podemos decir con firmeza: “El que las hace, las paga”.
Cada peso malversado, cada acto de corrupción, cada mentira contada, cada manipulación de la ley, no quedará sin consecuencias.
Este es apenas el primer paso a la Argentina que soñamos, una Argentina de ley y justicia, de libertad y de dignidad. Para aquellos que creen en la reconstrucción de nuestra patria, para quienes están cansados de ser esclavos de la casta corrupta.
Este es el momento de unirse y marchar hacia un futuro libre, Argentina ha despertado, y no descansaremos hasta enterrar para siempre la impunidad de aquellos que tanto daño nos causaron.