Según se confirmó al medio Análisis desde la Policía de Santa Fe y corroboraron medios de la zona, Gomila Bordiga fue arrestado en la localidad de San Lorenzo, provincia de Santa Fe, por el delito de "hurto calificado". Al momento de ser identificado, aportó otro nombre y además dijo ser oriundo de la localidad de José C. Paz, provincia de Buenos Aires.
Le pintaron los dedos y del análisis de la ficha dactiloscópica surgió que había mentido. En el cotejo en el Sistema Biométrico realizado por personal de Criminalística de Rosario, apareció su nombre real: Juan Sebastián Gomila Bordiga, de 28 años, domiciliado en la localidad de Laguna Paiva, al norte de la ciudad de Santa Fe.
Asimismo, surgió el pedido de captura vigente por el asesinato de Barrientos. La novedad fue informada a la Justicia de Entre Ríos, y una comisión policial lo trasladará hasta la ciudad de Diamante, donde el fiscal Gilberto Robledo le imputará su participación en el crimen perpetrado el 18 de febrero de 2023.
Cabe recordar que tanto Gomila Bordiga como Costa ya estuvieron detenidos en la Ciudad de Buenos Aires desde el 28 de noviembre de 2023 hasta el 15 de abril pasado. Pero habían dado otros nombres y algún error cometieron para que no surgieran sus datos reales ni el pedido de captura que existía sobre ellos. Se escaparon de una comisaría donde estaban arrestados y volvieron a evadirse.
Identificados y buscados
Los investigadores de la División Homicidios y el fiscal de Diamante Gilberto Robledo llegaron a ambos sospechosos luego de tres meses de análisis de información de todo tipo y de vigilancias en los domicilios que suelen frecuentar: en Laguna Paiva, ubicada 40 kilómetros la norte de Santa Fe, y en las localidades bonaerenses de Moreno y José C. Paz.En los primeros días de septiembre del año pasado, los policías irrumpieron a las 5.30 de la mañana en esas viviendas de ambas provincias vecinas, pero no encontraron ni a Costa ni a Gomila Bordiga. Desde entonces cuentan con pedido de captura nacional e internacional. Se supo que tienen con amistades en la Policía de Santa Fe, que fueron investigadas, pero sin hallarse pruebas para poder involucrarlas en el plan criminal en el que utilizaron armamento y chalecos de la fuerza de seguridad santafesina.
Mientras tanto, la investigación continuó con el fin de identificar a los restantes integrantes de la banda de sicarios, que eran al menos nueve. Hasta el momento, no hubo novedades.
El crimen
Ocho hombres franquearon la puerta sin traba de seguridad, irrumpieron en el interior de la casa y uno de ellos terminó con la vida de Barrientos con cuatro disparos. Uno de ellos le ingresó por un brazo y el plomo recorrió el cuerpo hasta alcanzarle el corazón. Otro le atravesó una mano, un singo de un intento de defensa de Petaco que no era más que instinto de supervivencia a una muerte que ya estaba decretada.Los asesinos se subieron a la camioneta, retomaron la ruta 11 hacia el sur, ingresaron al acceso a Puerto Alvear, recorrieron el camino de tierra hasta que el vehículo sufrió un desperfecto eléctrico. Debieron continuar a pie, cargando bolsos pesados, hasta la orilla del río Paraná. Allí los esperaba una embarcación en la que huyeron con un destino incierto, pero muy probablemente hacia el norte y luego navegaron hasta Santa Fe, posiblemente en la zona de Alto Verde.