El área destinada a la siembra de lino en el ciclo 2023/24 experimentó una caída interanual del 5 % (600 hectáreas), se posicionó en 11.600 hectáreas, según la información a la que accedió El Entre Ríos.
Clima, adverso
"Las condiciones climáticas resultaron adversas en dos momentos claves. La primera de ellas se ubicó entre septiembre y mediados de octubre y se caracterizó por precipitaciones por debajo de lo normal, momento en el cual la oleaginosa se encontraba en la etapa reproductiva de floración a inicios de llenado de granos”, precisaron.“El segundo inconveniente se produjo en noviembre donde, por el contrario, las excesivas precipitaciones frenaron las labores de la cosecha, lo cual ocasionó mermas en el rendimiento y severos daños en la calidad comercial", sostuvo el informe final.
A su vez, destacaron que, la exposición de la semilla a las reiteradas lluvias, generó manchado de la semilla con la pérdida de valor comercial para la exportación con destino al consumo humano.
Descenso de la producción
El rendimiento promedio provincial fue de 1.031 kilos por hectárea, registrando una disminución del 15 % (181 kilos por hectárea) en comparación con el ciclo anterior y en relación al promedio del último lustro se observó una merma del 4 % (39 kilos por hectárea). La producción es de 11.960 toneladas y presentó una caída interanual del 18 %.El 50 % de la producción se concentró en los departamentos La Paz, Nogoyá, San Salvador y Villaguay. Los rendimientos más elevados se asociaron a las fechas de siembra más tempranas (mediados de mayo a mediados de junio), a nivel de lote los rendimientos oscilaron entre 300 a 1.600 kilos por hectárea.