Senasa, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria, es el organismo responsable de planificar, organizar y ejecutar programas que reglamenten la producción de origen animal y vegetal. En este sentido, realiza controles todos los años para analizar la presencia de residuos químicos que superan o no, los límites permitidos.
A partir de este informe se encontró que en la provincia de Entre Ríos, entre 2020 y 2022, algunas frutas y verduras superaban los límites de contaminación por estos residuos. Entre estos, destacaron pimientos y zanahorias, naranjas, mandarinas, manzanas, arándanos, zapallos, arándano y trigo.
Desde la Fundación Cauce remarcaron la importancia de la información sobre los productos que ingerimos y destacaron que es la primera vez que Senasa comparte estos datos.
“Las frutas son las que se llevan el top en el ranking porque son las más sensibles a los insectos que pueden llegar a echar a perder a la cosecha”, señaló Mangia, agregando que estos residuos no solo se encuentran en la cáscara, a través de fungicidas, insecticidas o herbicidas, entre otros. Además, al caer los productos a la tierra, llegan al interior de frutas y verduras.
Mangia manifestó que los productos fueron clasificados en tres grandes categorías, por los efectos que tienen en la salud, como cancerígenos, alteradores hormonales y neurotóxicos. Las personas que están más expuestas a estos productos, son quienes habitan zonas rurales.
“Lo que no sabemos es como actúan sinérgicamente, es decir si comemos una manzana, que tiene cuatro principios activos, no sabemos, en conjunto, esa totalidad qué es lo que nos hace. Esto es importante a tener en cuenta. Los potenciales riesgos son muchísimo mayores”, afirmó la licenciada y brindó un dato alarmante. “Calculamos cuantos agrotóxicos podría llegar a tener un menú del día y nos salía 34 miligramos por kilo de alimento que se consumen por día, en una dieta no muy sana, pero tampoco baja en nutrientes”, explicó.
Asimismo, contó que el año pasado se realizó un informe, que habría sido censurado por los datos que presentaba. El estudio había demostrado que “las personas a las que se investigó tenían plaguicidas en sangre, en orina y en materia fecal. Además también se encontró en el polvillo de las casas, incluso en el aire también. Estas personas usaban pulseras para ver si en el aire circulaban estas sustancias. Se podría decir que estamos rodeados y que es muy difícil escapar a estos químicos”, sostuvo.
Finalmente Mangia remarcó la necesidad de tomar acción hacia la producción local agroecológica, para minimizar el impacto de riesgos en la salud. “Desde la Fundación Cauce, venimos trabajando en toda la provincia, acompañando y asesorando a productores, para que transicionen a la agroecología. Consideramos que la mejor opción es localizar a aquellos productores que tengamos cerca, o si tenemos la posibilidad de tener tierra o macetas en casa y también producir nuestros propios alimentos, pero al menos garantizar que sea mejor”
Enlace a la Presentación del informe: https://www.youtube.com/watch?v=dwfg_kGJ9as
