El padre del chico, de 34 años de edad, no dudó en arrojarse al río Gualeguay para socorrerlo y, en pocos minutos, desapareció de la superficie, mientras su hijo era rescatado por un vecino que se encontraba en el lugar.
Ante la emergencia, se convocó de inmediato al personal de Bomberos Zapadores y efectivos policiales que se encontraban en el lugar. Además, el funcionario de guardia del balneario también participó en el intento de rescate.
La situación era extremadamente crítica y, tras varios minutos de intensa búsqueda y desesperación, finalmente se logró encontrar el cuerpo del hombre fallecido.
La tragedia tuvo lugar en medio de una jornada calurosa, que impulsaba a muchas familias a disfrutar del aire libre y de las opciones acuáticas que ofrece la ciudad.