Horas después del extravío, logró ingresar desde otro dispositivo a su cuenta de una billetera virtual y lo que vio no le gustó para nada: había dos transferencias nuevas por $105.775,43 al titular de otra cuenta.
Pero la operación dejó huellas, porque el destinatario de ambas transferencias pudo ser identificado. Además, fue factible comprobar la última localización del teléfono perdido.
Fue así que el Juzgado de Garantías, a pedido de fiscalía, libró dos órdenes de allanamiento en búsqueda del celular extraviado y del otro teléfono, el del titular de la cuenta de destino de las transferencias.
Funcionarios policiales de la Comisaría Primera dieron cumplimiento a las órdenes en forma simultánea a las 18:55 de este viernes. Los procedimientos finalizaron con el secuestro de 1 Samsung Galaxy S10, propiedad del titular de la cuenta de destino de las transferencias realizadas pero no pudo ser localizado el teléfono extraviado.