La investigación comenzó porque la Policía Federal detectó la oferta de ampollas en Telegram y empezaron a seguirlo. La investigación judicial constató la venta de por lo menos 70 ampollas. El propio enfermero brindaba un instructivo de cómo inyectarlo y consumirlo.
La fiscal alertó a las familias por esta sustancia. “Puede llevar rápidamente a la muerte a la persona que consume”, advirtió.
Se sigue investigando la posible participación de otras personas involucradas, ya que el enfermero también comercializaba otros medicamentos como risperidona y lorazepam. “Se están analizando otras responsabilidades, así como teléfonos, cámaras de seguridad, vínculos y el stock del fentanilo en el hospital”, explicó la funcionaria.
“Está circulando en la provincia una droga distinta de las que teníamos. Es muy atípico”, llamó la atención Minatta.