Una historia de lucha, esfuerzo y crecimiento
La docente marcó que, en los inicios a fines de la década del ‘60, “las hermanas de la Divina Misericordia comenzaron acercándose a la Capilla. Todo comienza ahí con la catequesis”, afirmó y contó que” después, años siguientes, se ve la necesidad de la educación dentro del barrio y allí comienzan a darse clases: dentro de la capilla”. Con el correr del tiempo, la escuela empezó a crecer. “Está ubicada en un barrio que era muy humilde, en ese momento, de gente trabajadora que vio a la escuela como una necesidad de educación para sus hijos. Entonces, empieza a crecer”.“Cuando vemos la historia, vemos mucha lucha, mucho trabajo, de una comunidad que junto a la escuela fue creciendo”, destacó y, a modo de ejemplo, marcó: “no teníamos edificio, entonces se usaban las casas de los vecinos. Empezamos a revisar el pasado y vimos que había tres o cuatro vecinos que prestaron sus garajes para que allí se den clases. Las maestras sacaban agua de una bomba”. “La historia inicial es de mucho trabajo, esfuerzo, de necesidad. La escuela San Martín en 1971 nos donó algunos bancos y los padres trabajaron para restaurarlos. Hay mucho que contar”, había dicho en una entrevista concedida a la emisora de El Entre Ríos en Concordia.
De esa rica historia se nutrieron los presentes en el acto de este viernes. Cada uno habrá vuelto a casa con la certeza de que la obra iniciada por aquellas religiosas está bien custodiada y tendrá, en el corazón de cada pequeño que transita por sus aulas, la llama de ese “nazareno” empeñado en esforzarse y crecer a la par del otro.