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Que la economía argentina atraviesa por una fuerte recesión ya no es novedad. Pero no es tan perceptible la cuantificación precisa del impacto en los diferentes sectores de la economía, incluyendo los recursos que recauda el Estado.

La Municipalidad de Concordia ha transitado los primeros cinco meses del año en medio de un notorio declive en sus ingresos, que aún no saben de rebotes en “V” ni en “U”.

En medio de tantas pálidas, sólo el ítem “Coparticipación” de impuestos nacionales y provinciales mostró un temporario y casi imperceptible superávit del 1,9%, por el impacto del cobro de Ganancias, especialmente a los bancos, que, devaluación mediante, obtuvieron rentas extraordinarias.

Pero esa única “buena noticia” no alcanza para disimular la pobrísima recaudación propia. Ninguno de los tributos municipales se salva del rojo y, en consecuencia, el resultado global para el período Enero-Mayo exhibe un déficit de 2.214 millones de pesos.

En base a la información pública oficial disponible en la web, procesada por el contador y abogado Guillermo Benedetto, de las tres tasas más importantes, Comercial, Sanitaria e Inmobiliaria, esta última fue la que sufrió la peor caída.

Las cifras actualizadas y ajustadas por inflación permiten observar que entre Enero y Mayo de 2024 por Tasa Inmobiliaria la Municipalidad de Concordia recaudó el 137,72% menos que en igual lapso de 2023. La caída fue de casi 910 millones de pesos.

En ese período, la recaudación por Tasa Sanitaria se redujo 78,64%, privando al municipio de algo más de $ 882 millones.

Por último, la Tasa Comercial, si bien experimentó un descenso, no fue tan pronunciado. Los ingresos por este concepto a las arcas municipales bajaron 9,68%, lo que, llevado a cifras concretas, implica $ 573 millones menos.

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Otros dos ingresos municipales provienen del Cementerio y la Terminal de Ómnibus, donde lo recaudado sufrió una estrepitosa caída libre: -249,4% y -245,19% respectivamente.

El escenario se vuelve aún más complejo si se tiene en cuenta que el único “salvavidas” que apareció vía coparticipación parece desinflarse rápidamente. Dicho de otra manera, la nube que cortó la sequía sería pasajera.

En efecto, contabilizando lo ingresado por coparticipación en los primeros 10 días hábiles de junio y comparándolo con mismo lapso de mayo, se advierte un descenso del 25,51%. El mayor impacto proviene de la disminución en la recaudación del impuesto automotor, que pasó de 471 millones en mayo a 43 en junio. El descenso en este ítem fue del 90,82%. Por último, una señal no tan desalentadora: la coparticipación de los primeros diez días hábiles de junio, si bien cayó respecto de mayo, muestra una leva mejoría respecto de abril: 15,46%.

Por el lado de los egresos, se sabe que se aproxima el momento de afrontar el pago del SAC (Sueldo Anual Complementario) por la primera mitad del año. A su vez, desde los gremios que representan a los empleados municipales han requerido, como es lógico suponer, una actualización de haberes que les permita recuperar poder adquisitivo perdido ante la inflación.
Fuente: El Entre Ríos

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