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Leonardo Leivar nació en Concepción del Uruguay, tiene 52 años, es electricista y junto a su familia (padres y hermanos) dejaron Entre Ríos hace 41 años para radicarse en Bahía Blanca.

Si bien el barrio en el que vive no sufrió consecuencias graves, hoy le toca ser parte de una ciudad arrasada por la tragedia, una inundación histórica que hasta el momento tiene como saldo 16 fallecidos y una cantidad indeterminada de evacuados, autoevacuados y desaparecidos, entre quienes están dos hermanitas de 1 y 5 años.

Para dimensionar la catástrofe que comenzó el viernes 7 de marzo a las 3.00 de la madrugada, partimos de lo sucedido el 16 de diciembre de 2023 en la misma ciudad, cuando a consecuencia de otro temporal, más de una decena de personas perdieron la vida y hubo importantes daños materiales.

“Esta vez el daño material fue diez veces superior. En aquella oportunidad la tormenta fue de viento y lluvia, entonces provocó voladuras de techos y caídas de árboles, destrozando espacios públicos, pero no fue tan grande la inundación”, dice Leonardo a El Entre Ríos.

“Esto fue mucho más invasivo, cayeron 400 milímetros en cuatro o cinco horas. Eran ríos que iban pasando por la calle, metiéndose en las casas, rompiendo todo, llevándose autos. Algo que no se puede parar ni tampoco defenderse; lo único que queda es intentar salvarse”.

Para ayudarnos a entender el fenómeno, explica que “Bahía Blanca es literalmente un pozo. Alrededor, las zonas son 40 metros más altas y con lomadas bastante pronunciadas. Toda esa cantidad de agua bajó con una ferocidad tremenda. La ciudad está en su mayoría asfaltada, entonces el agua corrió hacia la ría que está a 10 km, inundando el centro y las localidades más bajas como Cerri e Ingeniero White”.

“Justo estaba la marea alta y se desbordó también. En algunos lugares el agua llegó a 2 metros, por lo que la gente se tuvo que refugiar en los techos”.

Varios días después, circular por el centro todavía es desolador, entre los destrozos provocados por el agua, quienes continúan sacando cosas de sus casas y negocios, y los voluntarios que hacen lo que pueden. “Es un escenario de posguerra”, describe el uruguayense, y cuenta que su esposa tiene allí dos locales de ropa, en los que perdió mercadería y otros elementos de trabajo.

En el shopping se armó un hospital de campaña, ya que también debieron evacuarse los hospitales Penna, Italiano Regional del Sur y Privado del Sur.

Finalmente, recuerda el trabajo de hidrografía urbana realizado en Bahía Blanca por el Conicet (año 2012) que alertaba sobre la posibilidad de que el agua se acumule rápidamente en caso de una intensa lluvia. Pese a esto, “hubo desidia de los gobiernos de no hacer nada”, señala. “Esto requiere una gran obra hidráulica para que drene, porque además se están viendo tormentas cada vez peores”.
Lo que se necesita
Entre los bahienses que asisten a los damnificados está uno de los sobrinos de Leonardo, Juan Ignacio Leivar (26).

“Con el Club de Hockey Palihue llevamos alimentos, viandas, ropa y otras donaciones. Nos acercamos a los barrios que más necesitan (algunos todavía inundados) y ofrecemos una mano, casa por casa”.

“Ahora estamos repartiendo juguetes, porque muchos nenes perdieron los suyos y se quedaron sin jugar. Como club, queremos sacarles una sonrisa”.

A través de Eduardo, su padre –quien volvió a radicarse en Concepción del Uruguay- y de otros familiares de Paraná, está al tanto de la campaña que llevan a cabo los bomberos entrerrianos para ayudar a los vecinos de su ciudad. “Están juntando muchas cosas y eso me emociona”.

“Lo que más estamos necesitando es agua, lavandina y productos de limpieza, que –por más que haya- en un par de días se agotan”.
Campaña en Entre Ríos
En Entre Ríos, la colecta solidaria de Bomberos tiene su epicentro en La Histórica.

“Este viernes, sábado y domingo realizamos en la explanada del centro cívico, frente a plaza General Francisco Ramírez, la gran colecta solidaria C. del U. por Bahía Blanca, organizada desde el lunes 10 por Bomberos Voluntarios de la ciudad y Fundación Micaela García”, cuenta a El Entre Ríos Daniel Nardo Deganutti, responsable de Prensa de Bomberos Voluntarios Concepción del Uruguay y de la Federación Entrerriana de Asociaciones de Bomberos Voluntarios.

“A su vez, a través de la FEABV, se invitó a sumarse a todos los cuarteles, así que tenemos puntos por regionales”. Lo recibido se llevará luego a Concepción del Uruguay.

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Está previsto que el viernes 21, a la tarde-noche, las donaciones salgan rumbo a Bahía Blanca. “Hasta el momento tenemos entre cinco y siete camiones disponibles, de empresas o particulares que decidieron colaborar”.

Todo será entregado por personal de Bomberos y la fundación. “Que la gente se quede tranquila, que las donaciones van a llegar y a ser repartidas por nosotros”, agrega Deganutti.

Coincide con Juan en que lo que más se necesita son “artículos de higiene personal, artículos de limpieza y agua mineral”. También recibieron “colchones, camas, calefactores, calefones, heladeras, cocinas, calzado, medias, ropa interior y hasta un sillón de peluquería para un profesional que perdió el suyo. Todo ayuda”.

Este domingo es el último día para acercarse a colaborar en la explanada del centro cívico, de 10.00 a 20.00. En tanto, la campaña continúa en el cuartel (Mitre y Scelzi), hasta el martes inclusive.

A su vez, se recauda dinero en efectivo para solventar el gasto de combustible para el traslado:

Banco Galicia

DU: 34112756

CTA: 4038531-1 150-7

CBU: 0070150730004038531179

CUIL: 20341127565

ALIAS: Cdelupor.bahiablanca

A NOMBRE: Basgall Miguel Ángel

Ya llevan recaudados más de 800 mil pesos. En caso de un remanente, se destinará al cuartel de Bomberos Voluntarios Ingeniero White, donde perdieron herramientas de rescate e incendio.
Fuente: El Entre Ríos / Andrea Cattani

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