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La diputada nacional de La Libertad Avanza, Rocío Bonacci, cargó contra su par de Entre Ríos, Beltrán Benedit, organizador de la visita de un grupo de legisladores a condenados por delitos de Lesa Humanidad alojados en el penal de Ezeiza.

La diputada de La Libertad Avanza, Rocío Bonacci integró la comitiva de legisladores que se reunió en la cárcel federal de Ezeiza con Alfredo Astiz y otros militares condenados por delitos de lesa humanidad realizó declaraciones en las que apuntó contra su colega de bancada, el entrerriano, Beltrán Benedit.

En declaraciones que publicó La Nación, Bonacci manifestó que “ya no se puede confiar en esta gente”, indignada con su visita y apuntando los cañones contra Benedit, el impulsor de la visita “humanitaria” al Complejo Penitencial Federal I.

Bonacci asegura que fue engañada por su par libertario, Benedit, y añadió que “la invitación era para otra cosa”. Según la diputada, el viaje a Ezeiza fue presentado por Benedit como una visita para “tomar contacto directo con el sistema penitenciario federal”. Entre las repercusiones que generó la nota, se destaca el rápido reflejo de distintos sectores de la sociedad que apenas se conoció la noticia se manifestaron en contra de la decisión. La comitiva -compuesta por los diputados María Fernanda Araujo, Lourdes Arrieta, Rocío Bonacci, Guillermo Montenegro, Alida Ferreyra y Beltrán Benedit- viajó hasta el penal de Ezeiza en un vehículo oficial de la Cámara de Diputados para saludar a los represores Alfredo Astiz, Ricardo Cavallo y Raúl Guglielminetti, condenados, todos ellos, por delitos de lesa humanidad, consignó La Nación. Bonacci también ensayó una defensa al manifestar que “nunca dijo (Benedit) que íbamos a visitar represores. La invitación era para otra cosa”. Por su parte, Benedit, manifestaba: “Fuimos a ver a excombatientes que libraron batallas contra la subversión marxista por orden de un gobierno constitucional”. Un amplio abanico político manifestó su rechazo a la visita guiada. Desde el PRO, Cristian Ritondo, se refirió al hecho y dijo que “las medidas las tiene que tomar el propio oficialismo. Ninguno de los demás bloques comparte la visita ni los motivos” y añadió que esperarán a ver qué tipo de “respuesta” institucional hay sobre el accionar de los diputados.

El Radicalismo también manifestó su rechazo: “Deberían tener conciencia que visitar a genocidas y la charla amena con quienes violentaron los derechos más básicos de la ciudadanía es una afrenta a víctimas, familiares”, marcó el partido centenario en sus redes.

En febrero, la diputada Bonacci ganó notoriedad cuando presentó un proyecto para derogar la ley del aborto aprobada en diciembre de 2020. La iniciativa llevaba la firma de un puñado de legisladores del oficialismo, entre la que se encontraba Lilia Lemoine, quien se mostró muy incómoda por haber sido incluida en el proyecto y salió al cruce de Bonacci. “Pusieron mi nombre porque dije que iba a acompañar pero que no era momento ahora y me metió igual. Es muy dañino”, explicó en su momento.
Fuente: La Nación

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