La investigación se inició a principios de este mes durante un control jurisdiccional de los que habitualmente lleva a cabo esta Unidad, con la finalidad de prevenir delitos federales.
Durante una recorrida, los efectivos detectaron un kiosco que era utilizado como fachada para enmascarar la comercialización de sustancias prohibidas al menudeo, lo que llevó a que la Unidad Fiscal Especializada de Paraná, a cargo del Dr. Santiago Alfieri, dispusiera la profundización de la pesquisa.
Mediante las diversas tareas de campo se logró determinar que los integrantes de la banda utilizaban una moto y un vehículo para realizar la distribución de los tóxicos en modalidad “delibery”, como así también para transportar las sustancias a otros domicilios.
Durante las observaciones se pudieron documentar, mediante fotografías y videos, los momentos en que se llevaban a cabo las maniobras de compraventa del estupefaciente, de manera recurrente y en distintos horarios.
También se pudo advertir que el lugar contaba con un circuito cerrado de cámaras de video, lo cual permitía a los investigados observar lo que ocurría en la vía pública, dificultando las tareas de búsqueda de información del personal de brigada, quienes de todos modos lograron establecer que las puertas del búnker estaban fuertemente reforzadas con barras de seguridad metálicas, que corrían tanto vertical como horizontalmente.
Con los elementos probatorios reunidos puestos a disposición de los magistrados, el Juzgado de Garantías N° 8 de Paraná, a cargo del Dr. Pablo Nicolás Zoff, ordenó la realización de 6 órdenes de allanamientos en la ciudad de Paraná, para lo cual se contó con la colaboración del Grupo de Irrupción de la Unidad Táctica de Intervención Federal Santa Fe, con el propósito lograr un ingreso rápido en función de las medidas de seguridad que presentaban las puertas de uno de los domicilios.
Durante los operativos fueron detenidos cinco hombres y una mujer, todos ellos argentinos y mayores de edad.
Asimismo, se lograron incautar alrededor de 700 gramos de cocaína, distribuidos en 1.177 dosis listas para su distribución.
Por otra parte, durante el allanamiento se observó que la vivienda contaba con un sistema de descarte del material estupefaciente, el que consistía en una red cloacal paralela al sistema legal de la vivienda.
Ante esta situación, se concurrió al domicilio con un martillo neumático para romper el contrapiso, con lo cual se realizó el seguimiento de la cámara séptica y las conexiones de su cañería, pudiendo advertir la existencia de las bolsas de nylon que contenían las dosis de cocaína secuestradas.
