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Este domingo, en Federación, tuvo lugar la Peregrinación anual diocesana. Es una fecha especia, porque cada 8 de septiembre la Iglesia Católica celebra en el mundo la natividad de la Santísima Virgen María. Se trata de una fiesta central en la religión en la que se festeja la vida de la madre de Jesucristo.

El servicio de comunicación de la Diócesis de Concordia compartió, con El Entre Ríos, el texto de la homilía pronunciada por monseñor Gustavo Zurbriggen. “Estamos felices porque nos encontramos en Federación para celebrar a nuestra Madre, María Inmaculada de la Concordia, patrona de la diócesis”, dijo inicialmente.

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Más adelante, explicó: “El lema de esta fiesta es “María Inmaculada de la Concordia acompaña a tu pueblo con la oración y la misión”. Y es verdad que tenemos que pedir que nos acompañe con la oración y nos enseñe a orar”, contó el obispo diocesano.

“También nosotros tenemos que pedirle que nos acompañe en la oración, nos enseñe a orar y nos ayude a descubrir la importancia de la oración personal, familiar y comunitaria”, afirmó más adelante y amplió: “El Papa nos enseña que “quien reza es como el enamorado, que lleva siempre en el corazón a la persona amada, donde sea que esté”.

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“Por eso podemos rezar siempre y en todas partes, porque oramos cuando agradecemos, cuando suplicamos, cuando reflexionamos la Palabra para ponerla en práctica en los cotidiano. La Virgen nos invita a la oración. Hay que orar en familia”, pregonó luego.

Posteriormente, recordó que “María con su ejemplo nos enseña que cada comunidad debe anunciar a Jesucristo. Imitándola, tenemos que ir a todos, sin excluir a nadie, ir a las familias, como lo hizo la Virgen: para orar, servir y anunciar a Jesús”, sostuvo.

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“Tenemos que ir a los lugares donde hay hermanos que sufren. Ir a los enfermos, a los que están tristes y solos, a los que perdieron la esperanza y el sentido de la vida, a los que sufren necesidades materiales, a los que sienten que no son dignos del amor de Dios”, concluyó.
Fuente: DECOS - El Entre Ríos.

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