Madres de Plaza de Mayo indicó que lo que se busca con ello es no dejar rastros de esta obra que recordaba a los desaparecidos en la ciudad. “Con este acto, que se suma a lo realizado por la intendencia con el cierre de la Dirección de Derechos Humanos y el del Museo de la Memoria Popular, se pretende borrar y hacer desaparecer nuevamente a nuestros queridos coterráneos que sufrieron tortura y muerte a manos de los militares que usurparon el poder de nuestra República en 1976, usurpación que duró hasta 1983”, se denunció.
“El gobierno puede borrar murales, cerrar museos y mancillar la memoria, pero el pueblo, a través de obras artísticas y de otros medios, no ha dejado de expresar su identidad, su historia para conservar la memoria de hechos que el gobierno pretende, de una manera u otra, hacer desaparecer”, expresaron desde la entidad.
Por su parte, los ediles opositores consideraron que “esta acción, realizada sin previo aviso ni justificación pública, constituye un acto de intolerable desprecio hacia las víctimas de la dictadura cívico-militar y un intento burdo de manipulación de nuestra historia”.
“Tapar un mural que simboliza la lucha por la memoria, la justicia y los derechos humanos, es un acto de cobardía política que busca silenciar una parte fundamental del pasado de Gualeguaychú”, manifestaron y, a su vez, entienden que “el cambio de nombre del “Salón de la Memoria” a “Salón Azul”, en el mismo contexto, “es una maniobra grotesca que pretende borrar décadas de lucha y sufrimiento”.
“No se trata solo de un mural, sino de un símbolo que representa la memoria colectiva y el compromiso con la defensa de los derechos humanos. Esta acción revela una preocupante falta de sensibilidad y un desprecio hacia la historia de nuestro pueblo”, agregaron.
Por último, la bancada justicialista fue más allá que Madres de Plaza de Mayo y le exigió públicamente al intendente Davico “una explicación pública sobre esta acción”.
