Cedrés dijo que “en el último eslabón de la cadena” no se manejan cantidades importantes de dinero y por eso los vendedores de droga en los barrios no salen de su situación de marginalidad. Destacó que hay 88 personas condenadas por narcomenudeo.
“La mayoría son jóvenes que se involucran con la venta minoritaria, encuentran en esta forma la manera de tener dinero en la vida diaria de forma fácil, incluso algunas consumen”, apunta Cedrés.
En este sentido, la fiscal señala que estos jóvenes, por la educación que han recibido, han aprendido a vivir con lo que tienen y además se desconoce si sus superiores dejan que crezcan.
“Las personas que están más arriba, no sé hasta que punto dejarían a estos chicos crecer en la cadena de mando. Lo que hemos podido observar últimamente es que quienes se encuentran en esta venta minorista son menores porque la ley no los alcanza, en las últimas causas hemos visto esto mucho”.
También observa que desde el 2018 han detectado que en el punto de venta no suele haber estupefacientes, sino que suelen estar en casas de gente cercana al vendedor.