A Romero, de 34 años de edad, se le aplicó una pena única de siete años y seis meses de prisión efectiva por tres robos en domicilios de la ciudad, donde ingresó forzando puertas y ventanas, sustrayendo objetos de valor. Además, fue considerado coautor de la venta de drogas, específicamente cocaína y marihuana, en un local comercial conocido como “La Rusa”, operado por Rodríguez.
Por su parte Rodríguez, de 44 años, recibió una condena de cuatro años de cárcel de cumplimiento efectiva por su rol en la comercialización de estupefacientes. La investigación reveló que ella utilizaba a su hija de 17 años en la realización de estos actos.
La sentencia se basa en pruebas contundentes, incluyendo testimonios de víctimas y vigilancia policial, que documentaron las actividades delictivas de ambos acusados. El tribunal destacó la gravedad de los delitos, especialmente por la implicación de una menor en la venta de drogas.
Ambos condenados se encuentran bajo prisión preventiva, con Rodríguez bajo arresto domiciliario debido a problemas de salud. La decisión del tribunal busca no solo castigar a los culpables, sino también proteger a la comunidad y prevenir futuros delitos.