Por Adriana Casco (*)
Claramente lo expresó Juliana Oyarbide, directora del ballet concordiense “Alas de mi Patria” conocido no solo en la región sino también en otros países: ““había que ponerle un nombre a ese saber del pueblo” y continuó:” al folclore lo hacemos todos, lo que el pueblo sabe, lo que manifiesta, lo que vive, lo que crea, lo que siente, no solo quien canta y quien baila. Folclore es la vida misma”, agregó.
“Es lo que nos identifica en el mundo, las raíces que traemos, lo que heredamos de nuestros antepasados: las comidas y costumbres” manifestó Daniel Bogado, esposo de Juliana y director del ballet mientras se sumó a la charla trayendo mate amargo, bizcochitos y facturas, haciéndome sentir tan cómoda como si los conociese de toda la vida.
La charla se extendió más de lo previsto, porque son muchas las anécdotas teniendo en cuenta que el ballet que dirigen nació en 1991 y tuvo su lugar de origen en Benito Legerén, una localidad vecina a Concordia. “Nunca pensamos que íbamos a llegar tan lejos” afirmó Juliana.
Hoy en día, se agrupan por edades: “Los Plumitas”, “Los Alitas”,” Los Alas”, “Los Flor de Alas” y “Los Peñeros”, estos últimos son personas que viajan y que tomaron cursos para poder bailar en las peñas de las provincias del norte.
Mientras charlaba con ellos, comprendí el verdadero significado del término porque si hay algo que nos identifica como argentinos, es la calidez, la amabilidad, la apertura, el respeto y el hacerte sentir como en tu propia casa. Esta familia la tiene clara, pensé. Sobran las razones del éxito y reconocimiento que tiene su trabajo porque lo viven. Es tal el entusiasmo, las ganas, la alegría que manifiestan al comentar cada logro realizado con esfuerzo y perseverancia desde el inicio de su labor.
Solidaridad, esfuerzo, tenacidad, estudio, trabajo, plantearse metas, transmitir el conocimiento por lo nuestro, son las claves del éxito. Éxito que se demuestra desde contar con la participación de exalumnos en las escuelas de danza de los teatros Colón, San Martín y Alvear de Buenos Aires, la actuación del ballet en el festival de Cosquín hasta en llegar a Chile con el objetivo de dar a conocer nuestro folclore.
Me despedí con alegría: una familia generosa, emprendedora, con dificultades de diversa índole, pero dispuesta a mantener vivas nuestras raíces, el amor a la Patria, a nuestras costumbres, a nuestras tradiciones y cultura.
(*) estudiante de la Tecnicatura Superior en Comunicación Social.
