Actualmente están viviendo en un galpón de San José, que les prestó una pareja de futuros viajeros que conocieron durante su recorrido. "La verdad, fue nuestra salvación", explica Selene. Y agrega: "No tenemos más dinero en efectivo. Nosotros generamos ingresos a través de talleres de cosmética natural y fotografía que dictamos al viajar, pero desde que se paralizó todo no hemos podido ganar nada".
Es que no pudieron volar el 5 de marzo y la compañía con la que habían comprado sus pasajes pospuso su vuelo para el 16; este también fue cancelado y ahora no pueden salir de la Argentina. Uno de los principales problemas para su retorno radica en que Selene y Humberto no están casados y cada uno depende de embajadas diferentes. Entonces, no los reconocen como pareja para viajar juntos.
"Los sistemas de repatriación son bastante difíciles, pues les dan prioridad a las personas de riesgo y el costo de los pasajes son cuatro veces mayor a lo que habíamos pagado por nuestros boletos aéreos anteriores", afirma Selene. La compañía aérea con la que compraron su primer pasaje no está volando y les ofreció un voucher válido por un año. "Pero tenemos dudas de poder usarlo", sostiene.
La embajada de Italia reportó en sus redes sociales que ya partieron seis vuelos de repatriación entre marzo y abril con 1160 italianos. Sin embargo, ellos aseguran desconocer el número exacto de varados en el país.