“Con el fin de contener y mitigar la propagación de la epidemia de Covid-19 así como de preservar la salud pública, en el DNU 334/2021 del Poder ejecutivo Nacional se dispone, desde el día 22 de mayo y hasta el 30 de mayo de 2021 y los días 5 y 6 de junio de 2021, la suspensión de la presencialidad en las actividades económicas, industriales, comerciales, de servicios, culturales, deportivas, religiosas, educativas, turísticas, recreativas y sociales para los lugares definidos como en situación de Alto Riesgo Epidemiológico y Sanitario o en situación Alarma Epidemiológica y Sanitaria”, indica el comunicado haciéndose eco de las medidas nacionales.
En ese sentido, “las parroquias procurarán disponer lo más y mejor posible de los medios de comunicación social y de las plataformas digitales para la transmisión de la Santa Misa, celebrada sólo con la presencialidad necesaria para los servicios litúrgicos, a fin de posibilitar la participación de los fieles desde sus hogares”.
“Comprendiendo que esta limitación a la práctica, el culto y la observancia de las propias creencias es dolorosa para los fieles, los sacerdotes se encontrarán disponibles, en la medida de las posibilidades que permitan las actuales restricciones, para atender al bien espiritual de los mismos”, agrega cerrando el comunicado firmado por Monseñor Luis Collazuol.
