Apelando a un lenguaje técnico y respetuoso al extremo, el arquitecto Martín Cummaudo, director del Instituto de Estudios Territoriales del Colegio de Arquitectos Regional Noreste, apenas si pudo disimular varias dudas y no pocas discrepancias respecto de la propuesta de modificación del Código de Ordenamiento Urbano de Concordia, que impulsa la bancada oficialista en el Concejo Deliberante.
La iniciativa reformista, uno de cuyos principales defensores es el concejal Felipe Sastre, ha desconcertado a propios y extraños, puesto que el código vigente viene de haber sido revisado apenas un año atrás, en base a la metodología de revisiones cuatrianuales prevista en su propio articulado.
¿Por qué “sacar del medio” al Consejo Asesor?
Entre los cambios que impulsan desde la bancada de Juntos por Entre Ríos en el Deliberante, hay una que Cummaudo cuestionó sin vueltas: la cuasi eliminación del Consejo Asesor, al que se le quitan 6 de sus 8 funciones. “Quedaría solo con dos, justamente aquellas que solo le permiten proponer pero no revisar u opinar, que ya no serían materias del consejo asesor”, explicó. Dicho de otro modo, en caso de prosperar esta licuación del rol del Consejo Asesor, ya no opinará ni revisará proyectos, lo que allanará el camino para que el Municipio los autorice sin más. “Uno no entiende por qué querríamos sacar del medio al consejo asesor. Ahí sí vamos a tener probablemente una diferencia más importante que las cuestiones técnicas o los índices a evaluar”, sinceró Cummaudo.El Consejo Asesor, cuyo formato y funciones están estipulados en el Código vigente, está integrado por representantes del Ejecutivo “a través de sus oficinas y reparticiones que tienen que ver con el quehacer de la ciudad, los colegios profesionales que tienen incumbencia en la misma tarea, los arquitectos, los ingenieros civiles, los ingenieros agrimensores, los técnicos maestro mayor de obra y, por supuesto, la representación de los concejales”, precisó Cummaudo.
Agenda ambiental ante el cambio climático, en retirada
El titular del Instituto de Desarrollo Territorial también se mostró preocupado por otro tijeretazo al actual código: el que borra toda referencia a la agenda ambiental para afrontar el cambio climático. “El texto vigente cita algunos pactos internacionales con acciones ante el cambio climático. Estas menciones se propone quitarlas del código. Entonces, vuelta a preocuparnos. Las citas a estos organismos internacionales, a esos pactos, son referencias justamente de dónde tomar variables o indicadores que podamos después medir para saber si somos exitosos o no en el marco de una agenda ambiental que pueda tener una ciudad”, fundamentó.A propósito de la relevancia de la cuestión climática, Cummaudo puso un ejemplo: “Todas las grandes ciudades de nuestro país en los últimos tiempos han sufrido problemas, por ejemplo, de inundaciones por precipitaciones, no porque les suba un cauce de agua que tengan al lado. La inundación por precipitaciones se debe a la deficiencia de los desagües urbanos. Así de simple. Es muy simple porque el agua escurre siempre buscando su cauce natural, que es llegar hasta un curso de agua. Cuando no llega, se queda detenida dentro de las ciudades. Eso hay que preverlo, hay que modelizar, estudiar”, enfatizó.
“Hace falta tiempo para estudiar los cambios propuestos”
Fue en este contexto en el que pidió que cualquier modificación del Código sea precedida de un tiempo razonable para ser técnicamente estudiada y debatida. “Hay que estudiar los cambios que se proponen, tratar de modelizarlos. Hoy la tecnología permite avanzar en estas cuestiones. Y si efectivamente consideramos que, después de ese estudio, algunas de esas cosas se pueden aprobar, aprobarlas. Pero primero tomarnos el tiempo de reflexionar técnicamente. En muchas cosas del diagnóstico del oficialismo, tal vez coincidimos. En lo que no coincidimos es en la solución. El tratamiento, por decirlo de alguna manera, la praxis para solucionar un diagnóstico, consideramos que no es la correcta. Tampoco nos erigimos en dueños de la verdad”.Los retoques en los índices para facilitar loteos
El arquitecto Cummaudo explicó que “un primer bloque de reformas que se pretenden recae sobre los índices vigentes para permitir construir más metros en altura o más metros cuadrados en un lote, o facilitar loteos, subdividir tierra que tiene otro uso, que está destinada hoy a área rural o área que tenga usos productivos, donde debe haber grandes lotes, y poder achicarlos de manera tal de transformarlos en lotes residenciales”.“Hay varias cuestiones para discutir –planteó- respecto de qué capacidad instalada tienen las empresas que brindan servicios, qué capacidad tenemos nosotros para realizar los desagües pluviales, los desagües cloacales, cuál es la infraestructura de ciudad que esté acorde a este crecimiento. Y por otro lado, qué proyección de crecimiento tiene la ciudad para poder cubrir a futuro esas expectativas. Sobre todo el crecimiento demográfico, porque la ciudad crece justamente dándole cobijo a sus habitantes”, definió.
“Se empieza a perder el norte de cuánto puede crecer la ciudad y hacia dónde”
“Un segundo bloque de reformas –explicó- suprime solicitudes de excepciones de las factibilidades de servicio. Anular esas factibilidades, de alguna manera, hace que se pueda perder la previsibilidad por parte de las empresas o de los organismos que proveen los servicios y respecto de las obras necesarias. De ese modo, se empieza a perder el norte de cuánto puede crecer la ciudad y hacia dónde, o con qué velocidad lo va a hacer, o en qué sector es estratégicamente pensado hacerlo. Nosotros creemos que esto es muy importante de atender, porque lo vincula directamente con la idea de tener un plan urbano”, insistió Cummaudo, al reiterar que es imprescindible que la ciudad se dé un “plan urbano”.En todo momento, el profesional de la arquitectura se preocupó por dejar en claro la mirada institucional respetuosa de los roles de quienes han sido elegidos por el pueblo para conducir los destinos de Concordia. “Como Colegio de Arquitectos –explicó- desde ya que no tenemos intenciones de debatir con los concejales o con el intendente, ni pretendemos estar en igualdad de condiciones. Ellos ocupan un rol en la organización institucional democrática y nosotros lo respetamos. Nosotros nos limitamos a intentar emitir una opinión técnica, que es el rol del colegio en tanto convocado al consejo asesor. Defendemos ese lugar, consideramos que es importante”, concluyó.
Fuente: Oíd Mortales Radio - El Entre Ríos