La vocal del Superior Tribunal de Justicia (STJ), Susana Medina de Rizzo, denunció el viernes último a su par, Emilio Aroldo Castrillón por “violencia de género”, tal como lo había anticipado el 27 de abril, en una reunión de Acuerdo del Alto Cuerpo. La presentación la hizo ante el Procurador general del Poder Judicial, Jorge Amílcar García, quien derivó la causa a la Fiscalía de Género.
Medina se presentó sin abogado y relató lo que fue conocido al informarse sobre la conflictiva situación entre ambas autoridades judiciales en función de una discusión en el chat de WatshApp, del que todos los integrantes del STJ participan diariamente, ella se sintió agraviada por dichos de Castrillón.
Pasaron más de diez días de aquella reunión del Superior Tribunal de Justicia, desarrollada en el tercer piso de Tribunales, con presencias y ausencias, que sólo lo hicieron de modo virtual, por plataformas de internet, ante la cuarentena por el coronavirus. Entre los primeros estuvieron Germán Carlomagno, Daniel Carubia, Susana Medina de Rizzo, Emilio Castrillon y Miguel Giorgio. En tanto, por vía remota lo hicieron los vocales Bernardo Salduna, Claudia Mizawak y Juan Smaldone. Salduna y Smaldone son los de mayor edad en el STJ, en condiciones de jubilarse.
Cuando estaba finalizando el encuentro del Alto Cuerpo, la vocal Medina de Rizzo planteó una situación que no dejó de sorprender y que pidió se deje constancia en el propio escrito del Acuerdo. Le apuntaba directamente a su par Castrillon, por supuesta “violencia de género”, en función de lo que el hombre había consignado en el chat de watshapp, del que todos los miembros del STJ participan diariamente, para ir comentando situaciones de la realidad judicial. Pero a todos les quedó claro que después de las apreciaciones de Medina, que anticipó una posible denuncia, la situación no sería la misma, aunque no todos estaban convencidos de que la ex jueza de Instrucción acudiría al propio procurador Jorge García a concretar lo que había anticipado.
La denuncia
El 27 de abril, en el último punto en cuestión de la reunión de Acordada del STJ, la vocal Susana Medina de Rizzo pidió informar sobre el programa de la Justicia va a los barrios e indicar que habrá de implementarse en forma remota. Y, según el texto del Acuerdo, al que accedió el medio Análisis, acotó: “En segundo lugar y en otro orden de cosas, quiere referirse a un hecho ocurrido el 18 de abril pasado que le causó violencia moral e institucional, en los términos de la ley 26.485 (de violencia de género), y es la conducta del doctor Castrillon que de manera pública en el grupo de WhatsApp creado para enviar y recibir comunicaciones, el colega presenta una captura de pantalla que no refleja la realidad, dando a entender que abusa de licencias, perjudicando el trabajo del STJ en materia de amparos. Al respecto quiere dejar constancia que nunca se fijó en lo que han trabajado otros colegas, ni mucho menos ha estado pendiente de sus licencias porque ello no corresponde. Hace su trabajo jurisdiccional, se dedica a la capacitación a través del Instituto J. B. Alberdi, y al Programa “la justicia a los barrios”, todo lo cual está al día y sin registrar atrasos. Que la licencia que había solicitado (la cual fue renunciada posteriormente) se debió a que todo su equipo de trabajo está afectado por distintas circunstancias en el marco de la pandemia, y que ella misma tiene a su mamá a cargo, que es persona de riesgo con 94 años y padece de la enfermedad Alzheimer. Por una parte, su Relator, doctor Martín Vergara, debe permanecer en su casa dado que su esposa es secretaria de la Sala y debe venir a trabajar, y tienen niños pequeños. Por su parte, su Coordinador de Amparos, doctor Marcelo Viola, tuvo una situación personal de cuidado de su madre y, finalmente, su asistente, la doctora María Victoria Segado, reside en la ciudad de Santa Fe y este Superior Tribunal ha establecido que quienes están en esa situación no deben venir a trabajar por la emergencia sanitaria. Frente a tal circunstancia de su equipo de trabajo y su especial situación personal con su madre, se vio motivada a pedir una licencia a la que -reitera- luego renunció y vino a trabajar como lo hace desde que inició este receso por razones preventivas sanitarias.Seguidamente, detalla tres informes que ha solicitado a las secretarías a cargo sobre cantidad de días trabajados, amparos dictados y el estado de situación de su despacho en la Sala que integra, el que se encuentra totalmente al día, sin causas con términos vencidos pendientes de resolución. Solicita se incorporen como parte del presente dichos informes y se pasen a conocimiento de los otros vocales. Destaca que advierte en la actitud de su colega (Castrillón) una clara connotación violenta en razón del género, dado que, ante circunstancias similares, jamás ha cuestionado a un colega varón con las mismas o similares acusaciones. Que estima necesario dar a conocer esta conducta violenta de la que se siente víctima y no va a tolerar reservándose las acciones legales que de la misma puedan derivar”.
En ese marco fue que tomó la palabra el doctor Castrilloó y dijo que “de ninguna manera planteó nada acerca del trabajo de su colega predominante, y lo que en realidad intentó decir -lo que seguramente fue malinterpretado por la colega- lo hizo en relación a un tema puntual que se discutía en ese foro: la apertura paulatina de los tribunales. En ese marco, y dado que la vocal Medina se encontraba en uso de licencia, propuso que opinaran quienes se irían a desempeñar y que, por lo tanto, son lo que se verían afectados por la decisión. Finalmente señala que lo hubiera hecho con cualquiera de sus colegas, sea varón o mujer, por lo que niega que se trate de un tema de género”.
Preocupación
Según se supo, Medina de Rizzo concurrió personalmente a la Procuración General, un día después del Acuerdo, para analizar la situación y manifestarle que estaba decidida a radicar una presentación contra el ex presidente del STJ. Hay quienes sostienen que la vocal había tenido otras discusiones con dicho vocal en los últimos años y lo que sucedió en la reunión fue como la gota que colmó el vaso. “Si lo anticipé en la reunión del STJ, lo haré”, habría remarcado Medina, pese a que se había enterado de la preocupación y nerviosismo de Castrillón, por lo que había dicho ante los otros integrantes del alto cuerpo.La situación tensó la relación en el Alto Cuerpo y hubo quienes se pusieron del lado de Medina de Rizzo.
Días después de que se diera a conocer que la vocal lo denunciaría, Castrillón dijo a El Entre Ríos “¿Cuál es el problema de género de decir que para tomar medidas de apertura de prestación de servicios debían opinar los que trabajábamos?”, y aclaró que no encontraba motivos válidos para que hubiera una denuncia por violencia. Pero Medina no lo entendió así y acudió el viernes con un extenso escrito, ante el Procurador García y lo firmó ante su presencia, para dar curso a la denuncia.
El Procurador lo derivó a la Unidad de Género, pero todavía no se pudo confirmar qué fiscal se hará cargo de llevar adelante la causa. La UFI de Violencia de Género y Abuso Sexual está encabezada por los fiscales Leandro Dato y Mónica Carmona y los fiscales auxiliares son María Eugenia Smith, Valeria Vilchez y Martín Abrahan.
Medina de Rizzo fue hasta el año pasado presidenta de la Asociación de Mujeres Jueces de Argentina. En tanto, Castrillón presidió el Alto Cuerpo en los últimos dos años y fue reemplazado a principios de este año por el concordiense Martín Carbonell.
Fuente: Análisis Digital