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El “voto en disidencia” del Senador Nacional Edgardo Kueider, en respaldo al dictamen de la Ley Bases, ha sacudido el tablero político entrerriano, en medio de especulaciones de toda índole, mientras el protagonista de la arriesgada jugada guarda un llamativo silencio.

Las reacciones desde el seno del peronismo son tan extremas como impiadosas, dando por descontado que nada de lo que ocurra en el futuro podría justificar el paso dado por Kueider. ¿Y si –como deslizan desde el entorno del legislador- consiguiera conquistas históricas para Entre Ríos y la región de Salto Grande? ¿Seguirán dándole la espala e insinuando poco menos que no lo conocen, como ha hecho el exgobernador Gustavo Bordet, confesando justo ahora que se han distanciado? ¿Qué ocurriría si de aquí a unos pocos meses la “jugada” del “Turco” decantara en beneficios concretos en el bolsillo de la gente? ¿Continuará siendo colocado en el lugar del “villano” o mutará a “héroe”?

Los periodistas que han intentado arrancarle al Senador Nacional alguna explicación no han tenido éxito. Kueider parece resuelto a no contestar, por más que el costo político que pague mientras dure su silencio sea enorme. ¿Por qué calla? ¿Por qué no se defiende? ¿Tiene cartas ganadoras guardadas para la última mano?

“Muchos de los que hoy hacen fila para putearlo, se van a arrepentir. No tienen ni idea lo que está en juego”, dijo un integrante del entorno de Kueider a El Entre Ríos, que aclaró no estar autorizado a revelar el porqué de semejante convicción.

“El Turco no está pagando semejante costo por unos carguitos en algún organismo nacional como publicó Clarín. Los que repiten eso no tienen ni idea y seguro son los mismos que lo dejaron solo cuando el peronismo aún era gobierno y él arremetió para lograr la tarifa eléctrica diferenciada para la región”, agregó.

En el equipo de colaboradores del senador nacional tienen orden de respetar el hermetismo, pero aun así han soltado algunas pistas, aún muy borrosas. Es evidente que una cuestión central pasa por el futuro de la Represa de Salto Grande. ¿Se viene la provincialización?

“La movida en gestación implicará que por fin la provincia hará pie de verdad en la represa, la que, a su vez, dejará de ser una cenicienta humillada para comenzar a vender su propia energía. ¿Cómo se conseguirá todo eso? Hay que esperar, porque son cambios que deberá anunciar Nación”, se escapan por la tangente desde el entorno de Kueider.

No es la única justificación que tendría el concordiense para haber votado en disidencia el dictamen. Según deslizan desde sus oficinas en el Congreso Nacional, también se vendría el pago de una deuda de Balcarce 50 a Entre Ríos por excedentes y regalías y una recomposición inmediata de la tarifa que se le abona a Salto Grande, como logros transitorios mientras se terminan de plasmar los cambios de fondo.

El Senador ya había adelantado a propios y extraños que él no iba a bloquear a la actual gestión nacional, aunque tampoco aceptaría el paquete legal sin cambios. Al parecer, sus pedidos se vienen cumpliendo y los retoques que aún restan serán motivo de la pulseada en el recinto. Por ejemplo, el Turco jura que en la reforma laboral se llegó a un consenso con la CGT.

“¿No tiene temor de que Nación lo traicione, que él vote y después desde Casa Rosada no cumplan con los compromisos, sobre todo respecto de la represa, su organización y las tarifas?”, quiso saber El Entre Ríos. “Imposible. No lo podrán ‘cagar’, porque esos cambios tendrán que estar abrochados y formalizados antes de que se vote en el recinto. Si no lo están, no habrá respaldo de Kueider”, aseguraron.
Fuente: El Entre Ríos

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