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El ex gobernador de la provincia y actual diputado nacional Gustavo Bordet (PJ-Entre Ríos) se refirió al devenir de la Ley Bases, admitió que le “molestó y dolió” el posicionamiento de Edgardo Kueider a favor de la norma, rechazó los pedidos de expulsión del partido y defendió la forma de designar candidatos en el peronismo entrerriano. En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio Plaza), Bordet dijo que se espera la sesión por la Ley Bases “con expectativa para ver qué es lo que va a hacer el bloque de la Libertad de Avanza y sus aliados, que en este caso es el PRO y un sector autodenominado dialoguistas, que han sido quienes votaron en origen la Ley Bases, y qué es lo que van a hacer. Si van a tomar las modificaciones que realizó el Senado o van a intentar insistir con el texto original de la ley que fue aprobada hace 45 días. Lo que nosotros en nuestro bloque tenemos claro es cuál va a ser nuestra posición, que va a ser como al principio de rechazo inclusive con las modificaciones que se hizo en el Senado. En ese sentido está más que claro cuál va a ser nuestra posición y cuál va a ser mi posición en particular dentro del bloque”.

Adelantó que “evidentemente si se repite la votación de hace 45 días, con o sin modificaciones la ley, debería tener los votos para salir, pero no es esa nuestra posición”.

Respecto del trámite y las discusiones para aprobar la ley, consideró que “había una decisión del oficialismo, de La Libertad Avanza y sus aliados, de sacar rápido la ley y esa era la consigna que tenían, por eso es que permanentemente se impedía que haya una discusión más profunda de cada uno de los temas. La sesión duró casi 24 horas en Diputados, o sea que hubo debates intensos, pero también es cierto que permanentemente había un apuro y una decisión de sacar rápido esta ley y cuando se tienen los votos no se discute, el oficialismo trata de imponer su mayoría; en el Senado era más complejo porque los votos eran mucho más finos, estaban 36 a 36 y tenía que definir la vicepresidenta, entonces había margen para poder discutir y debatir quizás algunos puntos con más profundidad porque no se tenían los votos asegurados. Y de hecho hubo aspectos que en Diputados tuvieron una mayoría importante, como el caso del impuesto a las ganancias o bienes personales que estaban dentro del paquete fiscal, y que fueron aprobados pero en el Senado fueron rechazados; entonces, creo que es una cuestión de mayoría lo que permite que haya mayor o menor debate”.

En cuanto a la convocatoria para sesionar, aclaró que “hoy (martes) lo que hay en Buenos Aires es una reunión de bloque –es la única actividad parlamentaria que tenemos- para realizar una denuncia penal por la represión en la protesta a los diputados en la plaza del Congreso, a los diputados y a otras personas que fueron a manifestarse. Es lo único que está previsto, hasta ahora convocatoria oficial para sesionar no hay. Sabemos lo que ha trascendido por algunos medios que la sesión sería entre el 25 y el 27 de la semana que viene, pero la convocatoria todavía no llegó. Estimamos que con el comienzo de esta semana, que es muy corta, se hará la convocatoria, pero coincido en que sin duda será entre el martes 25 y el jueves 27 la sesión”.

Sobre el trámite legislativo que se espera, Bordet señaló: “Tengo entendido que esto se discute directamente en el recinto. Se convoca a la sesión y se discute en el recinto, y ahí se pone a consideración el texto que ha venido del Senado y hay dos opciones: que se apruebe tal cual vino del Senado con todas las modificaciones o que se insista con el texto original o que se insista en algunos puntos sí y en otros puntos no. Esto va a ser también materia de un debate intenso y previo al tratamiento del articulado tanto en general como en particular, es decir, a los aspectos reglamentarios de cómo se va a abordar el tratamiento de la ley, con lo cual esto hace prever una sesión también muy extensa”.

Respecto de la denuncia penal puntualizó que será “contra la ministra de Seguridad por la represión realizada” y mencionó que “también hubo diputados de nuestro bloque de Unión por la Patria, y si uno mira los videos, la agresión es totalmente artera. Eran diputados que lo único que estaban haciendo es manifestando y garantizando la seguridad de quienes estaban en la plaza y alguien de las fuerzas policiales, con gas pimienta, les está rociando cuando no hubo ninguna intención de violencia de parte de los diputados. Creo que nadie quiso impedir, como por ahí quiso manifestar el gobierno, la sesión. En ningún momento se quiso impedir la sesión”.

Consultado por las declaraciones de Edgardo Kueider respecto de una intención de “hacer caer al gobierno”, Bordet aseguró que “hablar de golpe de Estado realmente es un disparate, porque con ese criterio una marcha multitudinaria, como fue la marcha universitaria, a la cual asistí como concurrente, que fue algo masivo, podría interpretarse como algo destituyente”.

“Es un disparate pensar que alguien quiera hacer un golpe de Estado por una marcha donde la represión comienza justamente con el accionar de la fuerza y que fue perfectamente planificada por el Ministerio de Seguridad. Por otro lado, nunca hubo intención de que explote todo, porque empezamos a debatir esta ley en enero de este año, ingresó a comisión, llegó al recinto, hubo un debate, después por la impericia del bloque de La Libertad Avanza que volvió el proyecto a comisión sin saber que al hacer eso se perdía el Estado parlamentario, la ley quedó en comisión durante meses y se activó ahora hace poco. Hemos presentado el debate, pero nuestro rol es el de oposición, no nos pueden pedir a nosotros que como bloque votemos algo que es contrario a los postulados con los cuales nos presentamos a las elecciones y obtuvimos el 45% de los votos. Nosotros representamos a ese electorado, los votos tienen que conseguirlos con el 56% restante que, supuestamente, fueron con los postulados de La Libertad Avanza. Este es el juego de la democracia y que hay que respetar y que tiene que ver con la tolerancia y con el rol que cada uno cumple. Si uno no está de acuerdo con algo no quiere decir que sea destituyente o que quiera que el gobierno explote, me parece que eso es querer imponer por la fuerza algo. Igual que cuando se dice que no se aprobó ninguna ley al gobierno en seis meses. Pero el gobierno mandó una sola ley para que se apruebe en el Congreso, es la Ley Bases. Entonces, no es que hubo otras leyes que nosotros rechazamos o nos opusimos; solamente en seis meses se giró un solo proyecto de ley para que sea tratado en el recinto y después hemos tratado la movilidad jubilatoria que fue un dictamen que se realizó por acuerdos de la oposición y ahora hay citada una sesión para el 3 de junio donde se tratará el financiamiento universitario y el FONID, pero también por voluntad de la oposición, es decir, que el gobierno no puede quejarse de que no le aprueban proyectos cuando solamente manda uno”, definió.

En ese contexto, criticó que “además esa sola ley, en principio, tenía más de 630 artículos, lo cual también constituye un disparate porque toda gestión que se inicia lo que envía es un paquete de leyes que se van debatiendo por separado y que van teniendo mayor o menor grado de consensos y acuerdos, pero acá también hay una práctica del gobierno que es la agresión permanente, la descalificación y el estigmatización de la oposición y de todo aquel que se le opone, no solo desde la política, a un periodista que no está de acuerdo con lo que el gobierno sostiene automáticamente se lo estigmatiza, a un dirigente social se lo estigmatiza, a la iglesia también se la ha estigmatizado por las declaraciones de algunos de sus integrantes. Creo que aquí hay algo que no está de acuerdo a los cánones del sistema”.
La relación con Kueider
Consultado por su relación con el senador nacional Edgardo Kueider, quien fuera el secretario General de su gobierno, Bordet reveló: “La última vez que hablé con Kueider fue antes del tratamiento de la ley, que le manifesté mi punto de vista y le pedí que vote por el rechazo de la ley, que era la posición mayoritaria que tenía nuestro bloque y le expuse cuáles eran los argumentos que tenía. Después la comunicación se cortó porque no tenía batería, no se restableció y fue la última vez que hablé”.

Al respecto, admitió que la relación entre ambos “no es la que tenía antes, porque antes había un trabajo articulado porque eran también diferentes ámbitos, estábamos en el gobierno de la provincia hasta el 2019 y después la agenda legislativa durante el gobierno de Alberto Fernández fue más difusa”. “La verdad es que estando de gobernador estuve afectado completamente a la gestión, inclusive con mis amigos que no tienen nada que ver con la política, lamentablemente durante estos años he perdido prácticamente contacto porque el 100% del tiempo lo dedicaba a la gestión. Mientras estuve de gobernador prácticamente no he tenido vida social, yo vine a Paraná 8 años y no hice un solo amigo en Paraná, porque me dediqué a trabajar y el tiempo que no trabajaba estaba con mi familia. Es decir, siempre estos últimos 8 años fueron muy intensos y todo estuvo enfocado desde la política. Quizás por la distancia, quizás después por posiciones que sí fueron encontradas como cuando Edgardo decidió irse del bloque, que ahí yo públicamente manifesté mi desacuerdo, después también en algunos puntos de vista y votaciones y algunas otras cuestiones políticas que pasaron, perdimos contacto y perdimos la frecuencia que teníamos antes, que no era para nada la misma, nos compartíamos el devenir y el día a día de la gestión que uno puede compartir con un ministro, con un secretario, con un director o con un funcionario. Quizás pudo haber sido eso, pero es cierto que sí hubo desencuentros desde lo político realmente muy fuertes, como cuando se fue del bloque”, admitió.

En cuanto a los pedidos de expulsión del PJ para Kueider, opinó que “desde el peronismo no podemos estigmatizar permanentemente a las personas, nos puede gustar más, nos puede gustar menos, pero quien pone las cosas en su lugar es la gente con el voto y la gente es la que castiga o premia con su voto. Yo no creo en estas cuestiones de sobreactuación, de estigmatizar y de querer buscar cuestiones que no tienen nada que ver con lo que hay que discutir y debatir de fondo. Por ahí muchos dirigentes, para hacerse notar, son más papistas que el Papa y la verdad que eso tampoco está bien”.

“El voto de Kueider me dolió mucho, como también en su momento el haberse ido del bloque, porque uno tiene que tener en claro a quién representa, y nosotros teníamos claramente una representatividad desde el momento que nos eligen para algo tan importante como defender en el Congreso una posición política. Hay cosas que uno puede tener mayor o menor inclinación, pero hay cuestiones que son dogmas en política y yo todavía creo en los posicionamientos políticos, que no da lo mismo una cosa que otra. La verdad que me molestó mucho”, reconoció Bordet.

Sobre una posible expulsión, ahondó: “Quienes tienen que decidirlo son las autoridades partidarias, yo no puedo como dirigente arrogarme un derecho. Lo que sí digo es que el peronismo en su conjunto, todos, tenemos que generar un intenso debate, porque si uno lo analiza en la historia, no es la primera vez que esto ocurre. Acá se ha expulsado del partido a personas como el doctor Jorge Pedro Busti y la verdad es que yo creo que a la conducta de un dirigente la tiene que juzgar el electorado y cada uno de nuestros afiliados. Esto de conformar un partido tipo estalinista, que haga purgas, que expulse dirigentes, la verdad que el peronismo nunca estuvo en eso”.

“Nosotros no somos un partido estalinista, de que aquel que no piensa igual se lo expulsa, eso no forma parte del ABC del peronismo. Yo creo que no hay que pasarse de rosca. También hay dirigentes que por la cercanía política que ha tenido, sobre todo durante mi primera gestión, también me han endilgado algún grado de responsabilidad. Y la verdad es que son personas que a veces no sobresalen por brillo propio y aprovechan estas situaciones para actuar una situación que poco tiene que ver. Yo creo que acá hay que centrarse en el fondo de la discusión, que es esta ley. La verdad es que a mí me dolió muchísimo la actitud de Edgardo, pero no soy yo para ponerme en juez y decidir en qué lugar tiene que estar”, refirió Bordet y confirmó que tras la sesión no volvieron a hablar.

En relación con la forma de designar candidatos en el peronismo entrerriano, afirmó que “hubo internas en las PASO en 2017 donde hubo 10 listas que se presentaron, en las PASO de medio término siempre hubo elección interna de candidatos. Cuando fui a la reelección en 2019 gané por el 58% de los votos y nadie dijo nada y estaba todo bien. Cuando hubo elecciones ahora en 2023 se hizo una lista y en el momento en que la lista se confeccionó nadie dijo nada y todo estaba muy bien. Lo que pasa es que cuando se pierde –que perdimos por muy poco en 2023 y para diputados nacionales y Presidente, nuestra lista Más para Entre Ríos ganó en la provincia de Entre Ríos por tres puntos. Esto se resuelve con elecciones internas y presentándose cada uno a consideración del electorado, y si hay gente que cree que no está de acuerdo con las listas, que para la próxima armen una lista y se presenten y se contarán los votos, a ver cuántos votos tiene cada uno”.

Sobre la candidatura a gobernador de Adán Bahl dijo que “fue una lista ampliamente consensuada y que todos estuvieron de acuerdo. Diputados, senadores, nacionales, provinciales, intendentes, dirigentes, hubo una amplia mayoría y las listas tuvieron una amplia representatividad y nadie presentó una propuesta diferente. Creo que eso también es un mérito en la construcción política. No es un tema menor buscar integrar a todos los sectores”.

“En 2023, si no se hubiese tomado la decisión de unificar las elecciones, el resultado de las elecciones en Entre Ríos hubiese sido una derrota catastrófica. No es que todo acá se hizo mal, a veces es la gente la que decide con su voto y la verdad es que estuvimos muy cerca. Adán Bahl hizo una gran elección en la provincia de Entre Ríos teniendo en cuenta un contexto muy adverso en el orden nacional. Por eso, creo que la autocrítica está bien y corresponde hacerla y hay que hacerla. Por eso, lo primero que hice cuando dejé de ser gobernador fue convocar a elecciones internas en el partido y poder renovar las autoridades partidarias y me auto-excluí de cualquier lista porque entiendo que viene un tiempo diferente con nuevos dirigentes que tendrán que asumir ese rol. Pero de ahí, a la cacería de brujas y a la autoflagelación hay una distancia muy grande. Creo que la autocrítica tiene que ir por otros carriles y tiene que hacerse respetando fundamentalmente a quienes hoy tienen poder territorial en la provincia de Entre Ríos y que son quienes han ganado las elecciones en sus territorios”, concluyó.
Fuente: Análisis Digital

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