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La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica pronosticó que las condiciones de La Niña se presentarán en los últimos meses del año. Experto del INTA, descarta una posible sequía en el campo argentino como en 2023.

Entramos en el primer trimestre que tiene altas posibilidades de recibir a La Niña en Argentina, según informó la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA). El fenómeno, que se está esperando desde hace meses, podría provocar diferentes complicaciones.

Los últimos reportes del organismo estadounidense aseguraron que hay un 70% de probabilidad de que La Niña comience en el trimestre de agosto, septiembre y octubre (es decir, en la primavera austral). En caso de que no, hay otro 79% de probabilidad de que llegue a fin de año, entre noviembre, diciembre y enero, según la entidad estadounidense.
Año completo
Con una semana transcurrida del mes de agosto, todavía no se reúnen los requisitos necesarios para asegurar que La Niña ya llegó. Y aunque los pronósticos ya han atrasado en reiteradas ocasiones su llegada, especialistas creen que es altamente probable que el 2025 “sea un año completo de La Niña”.

El próximo invierno deberíamos estar completamente en condiciones de La Niña: es decir, menos precipitaciones, pero también temperaturas más bajas. Es probable que las mínimas sean muy bajas, estiman los climatólogos.
Fuerte impacto en Argentina
Desde hace meses, el sector agropecuario argentino se encuentra a la expectativa de las novedades en materia climática para la próxima campaña y el fantasma de una nueva sequía, emparentada con el fenómeno climático Niña, enciende todas las alarmas de la agroindustria.

Es que, en este tipo de fenómenos, las precipitaciones son menores a lo habitual, algo que ocurrió en la campaña 22/23 y que recortó a la mitad la producción agrícola de Argentina.

En ese entonces, la sequía se extendió por tres largos años, y tuvo su corolario en la campaña citada, bajo un fenómeno Niña severo.
La campaña que terminó hace semanas, tuvo condiciones climáticas en general aceptables, lo que resultó en una buena cosecha, sobre todo, en la zona núcleo, donde la producción alcanza techos de rendimiento.

Pero ya sobre la cosecha de esta campaña gruesa, empezaron nuevamente las alertas porque la temperatura del Océano Pacífico indicaba que, para los próximos meses, había grandes chances de repetir un fenómeno Niña, y el fantasma de la sequía se apoderó del agro argentino.
Buenas proyecciones
Sin embargo, las temibles proyecciones que se tenían desde principio de año comienzan a diluirse, porque según especialistas, la Niña no sería tan maligna y mejoran las condiciones para pensar una próxima campaña.

En ese sentido, el especialista Pablo Mercuri, de INTA Castelar, analizó esta cuestión ante el micrófono de Bichos de Campo
El actual director del Centro de Investigación de Recursos Naturales de INTA, y ex director del Instituto de Clima y Agua, aseguró que las predicciones “muy tempranas indicaban la probabilidad de una Niña marcada, posiblemente moderada, a lo largo de la trayectoria de esta campaña 24-25”, recuerda Mercuri.

Sin embargo, según el experto afirma que “las nuevas probabilidades que arrojan los modelos oceánico-atmosféricos, indicarían que eso se ha debilitado. Podría ser o una Niña leve, o de corta duración, iniciándose a partir del comienzo de la primavera y finalizando el inicio del verano, y avanzando, posiblemente hacia valores neutrales”.

Esta declaración representa una muy buena noticia para el sector agropecuario, que ve morigerada la ocurrencia de una nueva sequía devastadora. “Esto indica en lluvias, precipitaciones, que esperaríamos de normales a levemente por debajo de lo normal, especialmente durante este inicio de campaña”, anticipó Mercuri.

De esta manera, Pablo Mercuri confirmó las buenas noticias para el campo argentino. Así, el experto del INTA, afirma que “la Niña será leve”, y despeja los fantasmas de una sequía como la del 22/23.

Respecto al ciclo de las tres sequías consecutivas que se vivieron con el anterior fenómeno de La Niña que se extendió por tres años, y la ahora, poco lejana posibilidad de repetirse, Mercuri advierte que no pueden relacionarse.

“No es posible establecer esa correlación o relación entre las campañas vividas en esa sequía extrema de tres Niñas consecutivas, una sequía acumulativa, especialmente la última, la 2022-2023. Las condiciones son totalmente diferentes en lo que hace a la situación de océanos, en estas campañas pasadas de sequía extrema, a la condición actual que estamos conviviendo”, resaltó Mercuri en diálogo con Bichos de Campo.
Fuente: Bichos de Campo

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