La huelga había comenzado el 6 de agosto y se mantuvo hasta las 10.30 del lunes. “Esto no es un conflicto entre sindicalizados, es decir, trabajadores sindicalizados y la empresa, sino que fue un paro nacional de todos los aceiteros. Esta situación se dio hasta la mañana de este lunes cuando la Cámara Empresarial CIARA, que nuclea a estas empresas, pidió al gobierno la conciliación obligatoria”, explicó el secretario del Sindicato de Aceiteros de Entre Ríos, Diego Leiva.
La medida fue dispuesta a nivel nacional y en Gualeguaychú los trabajadores de Entre Ríos Crushing acataron el reclamo, manteniendo los siete días de paro, impulsado por la necesidad de un reajuste paritario. Según Leiva, las negociaciones comenzaron en enero con un acuerdo para revisar el ajuste en junio. Sin embargo, antes del 6 de agosto, la parte empresarial rechazó dos propuestas de aumento salarial y, en la tercera reunión, el ofrecimiento no cumplió con las expectativas de la federación: “Eso llevó a la decisión de realizar el paro”.
Leiva destacó que el reajuste paritario no se maneja en porcentaje, sino en función de las necesidades básicas que establece la Constitución Nacional. “En junio se estimó que un trabajador necesita alrededor de 1.500.000 de pesos para cubrir sus necesidades básicas. Actualmente, el monto está en 1.256.000 pesos, es decir, por debajo de lo requerido”, detalló.
Respecto a las jornadas laborales, el dirigente gremial explicó que varían, debido a las rotaciones y categorías dentro de la empresa: “En Entre Ríos Crushing, por ejemplo, tenemos jornadas de doce horas con diferentes turnos y rotaciones. Los grupos trabajan en horarios que van desde las 6 de la mañana hasta 18 horas y desde las 18 horas hasta 6 de la mañana, dependiendo de la semana”.
