Se trata de la puesta en valor y refacción del atrio y las escalinatas del templo, cuya mano de obra y servicio logístico para llevar adelante las tareas estuvo a cargo de la fuerza de seguridad y la municipalidad local aportó los materiales de construcción.
Las tareas encomendadas a los internos tienen por destino el aprendizaje, la expansión y la distracción. Además, este tipo de actividades les permite adquirir práctica en el desarrollo de futuros oficios para insertarse al mercado laboral.
Los cinco internos colaboradores fueron autorizados judicialmente en las condiciones legales que marca la Ley Nacional Nº 24.660 y demás normativa aplicable.