Como si se tratara de algo simple y cotidiano, González hizo lo que había que hacer: “Tomé al chiquito en brazos y le hice la reanimación. Gracias a Dios salió bien. El bebé reaccionó, respiró, empezó a llorar. Fue un alivio para todos, tanto para los padres como para nosotros”, resumió.
El Sargento explicó que “la reanimación es algo que se estudia en los cursos que hemos hecho con la Policía. Lógico, una cosa es hacerlo tal vez con un muñeco y otra cosa con una persona. Lo importante es estar tranquilo, porque imagínate, vienen los padres en el estado que llegan, viendo que su hijo no respira y vienen acá a la institución a buscar una solución. Ahí es cuando uno tiene que estar lo más tranquilo, darle tranquilidad a la familia y hacer lo que uno tiene que hacer.
-¿Qué era lo que se había metido en la boca el pequeño?
-Parecía como una rama o algo duro, porque ellos estaban acá, en el parque Ferré, enfrente de la Comisaría Segunda. Cuando se tranquilizaron, inmediatamente se lo llevó al hospital Carrillo para que lo sigan atendiendo. Después, cuando regresaron para agradecer, estuvimos conversando y ellos nos dijeron que estaban en el parque, iban a pasar la tarde y el bebé andaba jugando y no saben en qué momento en un descuido se tragó eso. Al parecer sería una rama. Lo cierto es que no respiraba. Al momento que ellos ingresaron a la comisaría, el bebé estaba desvanecido.
-¿Si ustedes no lo reanimaban y directamente intentaban el traslado al Carrillo, tal vez no llegaba con vida?
- Podría ser, sí. Más allá de que el hospital está relativamente cerca en la jurisdicción, pero bueno, es un trayecto. Uno tiene el conocimiento y hay que aplicarlo y más cuando se trata de la vida de una persona.
-¿Llegaste a sentir temor de que las cosas no salieran bien y tal vez hasta te responsabilizaran por el desenlace?
-Uno corre el riesgo de que las cosas puedan salir bien como pueden salir mal, pero uno va a hacer hasta lo imposible y va a extremar hasta los últimos recursos para que todo salga bien. Mi compañero, el Sargento Pedro Vela, mientras yo le hacía la reanimación al bebé, trataba de tranquilizar a los padres, al papá y a la mamá, que, como es lógico, estaban en un estado de shock al ver la criatura en ese estado, así que mi compañero se encargó de tranquilizarlos y de hablarles. Es que somos eso, somos un equipo nosotros acá, trabajamos de esa manera. Gracias a Dios resultó todo bien y Leonel está en la casa con los papás.
- ¿Cuántos años tenés?
-44.
-¿Y de experiencia en la policía?
- 21 años de trayectoria.
-¿Alguna vez te había tocado vivir una situación así o parecida?
-Me había tocado en un contexto personal. Una vez, en casa, con mi nieta, cuando tenía aproximadamente dos años. Le había sucedido más o menos lo mismo y bueno, me tocó auxiliarla. Y fue exitoso también en ese momento el operativo.
